Agencias
El banco central de Estados Unidos asegura que la economía es sólida pero ve crecientes incertidumbres en el horizonte.
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, en la rueda de prensa SUSAN WALSH AP
La Reserva Federal de Estados Unidos levanta el freno del acelerador. Tras su reunión de este miércoles, ha decidido mantener intactos los tipos de interés en la banda del 2,25% y 2,5%, el mismo nivel de marzo de 2008, y ha asegurado que será "paciente" antes de volver a elevarlos, por la creciente incertidumbre sobre la perspectiva económica de Estados Unidos. Así, la institución que terminó el 2018 con una subida de tipos tras su reunión de diciembre (la novena en dos años), arranca 2019 con un mensaje muy distinto, tal y como esperaban los analistas: no hay prisa por seguir elevando el precio del dinero. "El argumento para seguir con el ajuste monetario se ha debilitado. El sentido común nos recomienda", señala el presidente de la Fed, Jerome Powell.
El banco central estadounidense mantiene en su informe mensual que "lo más probable" es que el crecimiento económico y el buen ritmo del mercado laboral se mantengan en Estados Unidos. Pero con respecto a la declaración del pasado diciembre, el organismo que pilota Powell ha hecho cambios relevantes: las referencias del mes pasado sobre que los riesgos estaban "más o menos equilibrados" han desaparecido. Eso, en los medidos comunicados de la institución y su lenguaje vaticano, significa que si no hay equilibrio es porque quizá lo que hay son nubarrones en el horizonte.
"En vista de los desarrollos de la economía y las finanzas globales, así como de las débiles presiones inflacionistas", la Fed aseguró que "será paciente a medida que determina qué ajustes futuros del rango objetivo de los tipos de interés son apropiados", según destacó en el comunicado el Comité Federal de Mercado Abierto. Pese a esto, certifica la buena salud de la economía: los indicadores muestran la buena salud de la economía, con una tasa de desempleo del 3,9% al cierre de 2018 y en niveles de pleno empleo; mientras que la inflación está controlada en torno a la meta anual marcada por el propio banco central, del 2% anual.
La Fed ha ratificado pues que realizará una pausa en su calendario de incrementos de los tipos de interés, al mismo tiempo que ha subrayado que sus próximas decisiones estarán basadas en los datos más recientes. Supone certificar lo que ya apuntó en su reunión de diciembre: aunque entonces sí elevó las tasas, ya indicó que iría con más calma y anticipó solo dos incrementos para 2019, frente a los cuatro que había llevado a cabo en 2018.
El objetivo de la Fed es llevar los tipos a un nivel más normal del que han vivido durante la última década. El proceso de normalización arrancó en diciembre de 2016, con un primer incremento.Y desde entonces, el precio del dinero ha subido nueve veces. Bajo el mandato de Powell, han sido cuatro los incrementos. Los dos últimos le ocasionaron tensiones con el presidente Donald Trump, que ante las turbulencias que se vivían en las Bolsas al final del 2018, acusó al presidente de la Fed de ser parte del problema e incluso llegó a señalar que la reserva federal se había "vuelto loca".
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