Alonso Moleiro/Pablo Guimón
Todas las potencias americanas, salvo México, respaldan a Juan Guaidó. Maduro anuncia la ruptura de relaciones con Washington.
Guaidó se dirige a sus partidarios este miércoles en Caracas. Federico Parra (AFP)
El líder opositor venezolano Juan Guaidó se ha proclamado este miércoles presidente interino del país al considerar ilegítimo el segundo mandato de Nicolás Maduro. “Juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo nacional como el presidente encargado de Venezuela para lograr el cese de la usurpación”, ha declarado durante una jornada de movilizaciones masivas en Caracas el líder de la Asamblea Nacional —el Parlamento, de mayoría opositora, declarado “en desacato” por el régimen—. Estados Unidos reconoció oficialmente a Guaidó como “presidente interino”. Enseguida se sumaron Brasil, Colombia, Perú, Ecuador, Costa Rica, Chile y Argentina, entre otros países, además de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Guaidó decidió dar el paso que una parte importante de la sociedad venezolana le estaba pidiendo y juró públicamente como presidente encargado del país, apoyándose en la interpretación del artículo 233 de la Constitución Nacional, que faculta al Legislativo a ejercer las funciones del Ejecutivo cuando la presidencia está vacante. La Asamblea Nacional considera que es así, ya que Maduro no ha jurado su cargo ante ella.
El objetivo de Guaidó es lograr la formación de “un Gobierno de transición y elecciones libres”. Su declaración trascendió el simbolismo del gesto y generó una reacción en cadena de la comunidad internacional frente a un Gobierno cada vez más aislado, empezando por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que casi de inmediato brindó su apoyo y reconocimiento al líder opositor. La decisión llega tras una serie de anuncios que han marcado un aumento de la implicación de la Administración estadounidense en la situación del país.
Maduro no tardó en responder. El líder chavista anunció la ruptura de relaciones con Washington. “¡Fuera! ¡Se van de Venezuela; aquí hay dignidad carajo!”, dijo tras dar 72 horas a los diplomáticos estadounidenses para abandonar el país. El mandatario agregó que la justicia debe actuar ante la postura del Parlamento. “¿Puede autojuramentarse un cualquiera como presidente? ¿O es el pueblo venezolano quien elige a su presidente?”, enfatizó.
Trump animó en un comunicado a otros Gobiernos occidentales a reconocer a Guaidó como presidente interino, y aseguró que utilizará “todo el peso del poder económico y diplomático de Estados Unidos para presionar por la restauración de la democracia venezolana”.
Enseguida se pronunciaron algunos de los principales Gobiernos de la región. Una excepción significativa entre los gigantes de América Latina la representa México. El portavoz del Gobierno de López Obrador aseguró a EL PAÍS que “de momento no hay un cambio en la postura” hacia la crisis de Venezuela, por lo que se sigue reconociendo a Maduro como presidente del país, informa Javier Lafuente. México se escuda en la “no intervención” para mantener su criterio. Fuentes de la Cancillería aseguran que un reconocimiento de Guaidó implicaría “desmontar la doctrina Estrada en un momento”, en referencia al eje de la política exterior por el que México decide no intervenir en asuntos de otros países. No obstante, México rompió relaciones con el Chile de Pinochet, la Nicaragua de Somoza y respaldó en su día a la República española.
Maduro culminó el pasado 10 de enero la deriva del régimen con una investidura rechazada por las principales instancias de la comunidad internacional, de Washington a Bruselas, así como por la mayoría de los Gobiernos de la región. El sucesor de Hugo Chávez, que en mayo ganó unas elecciones celebradas sin la participación de la mayoría de las fuerzas opositoras, exhibió no obstante el apoyo de Rusia, China y Turquía. En América, Maduro conserva el respaldo expreso del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien este miércoles le reiteró su apoyo en un mensaje en Twitter; del régimen autoritario del nicaragüense de Daniel Ortega y del Ejecutivo de Evo Morales, en Bolivia.
El papel de los militares
El nuevo jefe de la oposición venezolana había llamado al país a las calles este miércoles, 23 de enero, fecha en la cual echó a andar la democracia en el país tras la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en 1958, bajo la consigna de desconocer al Gobierno chavista y reclamar elecciones limpias.
As the good people of Venezuela make your voices heard tomorrow, on behalf of the American people, we say: estamos con ustedes. We are with you. We stand with you, and we will stay with you until Democracy is restored and you reclaim your birthright of Libertad. pic.twitter.com/ThzIAqBoRn— Vice President Mike Pence (@VP) 22 de enero de 2019
“Hoy renace la esperanza en Venezuela”, ha dicho Guaidó. “No vamos a dejar sola a nuestra gente. Mientras Maduro no protege a nadie, nosotros vamos a rescatar esta Constitución, los derechos humanos, y sí, hoy damos un paso más. Que no quede duda, el pueblo va a salir el fin de semana a entregar esa Ley de Amnistía [prometida a los militares] y a recibir la primera semana la ayuda humanitaria. Ojalá la familia militar se ponga del lado del pueblo”, añadió. El ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino, respondió que los militares no aceptarán “a un presidente impuesto a la sombra de oscuros intereses”.
La estrategia de Guaidó consiste en lograr apoyo interno, aunque principalmente externo. Ya el martes consiguió el del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, que en un vídeo ofreció su “apoyo inquebrantable” a las masivas protestas contra Maduro, en una muestra de apoyo explícita de la Administración de Trump a la oposición. “Mientras la buena gente de Venezuela hace que sus voces se oigan mañana [por ayer miércoles], en nombre del pueblo estadounidense decimos: estamos con ustedes. Nos levantamos con ustedes, y seguiremos con ustedes hasta que la democracia sea restaurada y ustedes reclamen su derecho natural a la libertad”, dijo Pence en su mensaje, en el que utilizó algunas expresiones en español.
“Nicolás Maduro es un dictador sin derecho legítimo alguno al poder. Nunca ha ganado la presidencia en unas elecciones libres y justas, y se ha agarrado al poder encarcelando a cualquiera que ose oponerse a él”, proseguía el vicepresidente en el vídeo difundido por Twitter.
Pence rubricó su inequívoco apoyo a la oposición venezolana con una tribuna de opinión que firmó en The Wall Street Journal, en la que elogia reiteradamente a Guaidó, a quien se refiere como “valiente presidente” de la “legislatura legítima de Venezuela”. Pence trasladó directamente al líder opositor por teléfono el día 15 ese mismo apoyo a la Asamblea Nacional como “único cuerpo democrático legítimo del país”, según The New York Times.
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