Se trata del cuásar más luminoso jamás detectado en el Universo.
Recreación artística del brillante y lejano cuásar - ESA / Hubble, NASA, M. Kornmesser
El fantástico telescopio espacial Hubble de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) ha descubierto un cuásar que resplandece tanto como 600 trillones de soles, el más brillante jamás visto en el Universo temprano. Por si ese dato no fuera ya de por sí suficientemente impresionante, los científicos asegura que la luz recibida comenzó a ser emitida por el objeto cuando el Cosmos, que en la actualidad se estima en 13.800 millones de años, tenía menos de mil millones de años. Es decir, cuando se encontraba prácticamente «en pañales».
Los cuásares son los núcleos extremadamente brillantes de las galaxias activas. Su poderoso fulgor es creado por un agujero negro supermasivo rodeado por un disco de acreción, un vórtice giratorio que puede abarcar millones de kilómetros de ancho. El gas que cae en el mismo libera cantidades increíbles de energía observables en todas las longitudes de onda.
El cuásar recién descubierto, catalogado como J043947.08 + 163415.7, está alimentado por un enorme agujero negro varios cientos de millones de veces más masivo que nuestro Sol. «Es algo que hemos estado buscando durante mucho tiempo», admite el autor principal del estudio, Xiaohui Fan, de la Universidad de Arizona (EE.UU.). «¡No esperamos encontrar muchos cuásares más brillantes que este en todo el Universo observable!», señala.
El Hubble fue capaz de detectar el impactante cuásar porque su apariencia se vio fuertemente afectada por una gran lente gravitacional. Una galaxia tenue está ubicada justo entre el cuásar y la Tierra, doblando la luz del cuásar y haciéndola parecer tres veces más grande y 50 veces más brillante de lo que sería sin su intervención. Aún así, el cuásar no puede ser visto en las imágenes de los telescopios ópticos terrestres y solo la aguda visión del Hubble permitió el hallazgo.
10.000 estrellas al año
Los datos muestran no solo que el agujero negro supermasivo está acumulando materia a una tasa extremadamente alta, sino que también el cuásar puede producir hasta 10.000 estrellas por año. «Sus propiedades y su distancia lo convierten en el principal candidato para investigar la evolución de los cuásares distantes y el papel que los agujeros negros supermasivos en sus centros tuvieron en la formación de las estrellas», explica el coautor Fabian Walter, del Instituto Max Planck de Astronomía en Alemania.
Los cuásares similares al del Hubble existieron durante el período de reionización del Universo joven, cuando la radiación de galaxias y cuásares jóvenes recalentaron el oscuro hidrógeno que se había enfriado solo 400.000 años después del Big Bang. El Universo pasó de ser neutral a ser una vez más un plasma ionizado. Sin embargo, todavía no se sabe con certeza qué objetos proporcionaron los fotones reionizantes. Objetos energéticos como este cuásar recién descubierto podrían ayudar a resolver el misterio.
Por esa razón, el equipo está reuniendo tantos datos del objeto como sea posible, tratando de identificar la composición química y las temperaturas del gas intergaláctico en el Universo temprano. El equipo también espera observar el cuásar con el próximo telescopio espacial James Webb una vez que sea lanzado en 2020. Gracias a esta maravilla de la tecnología podrán mirar cerca del agujero negro supermasivo y medir directamente la influencia de su gravedad en el gas circundante y la formación de estrellas. Entonces los secretos serán menos.
Pinchando en el enlace se accede al reportaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario