martes, 12 de diciembre de 2017

Varios heridos por la explosión en un intento de atentado en el centro de Nueva York. 4º ESO

EL PAÍS Internacional
Sandro Pozzi


El sospechoso, de 27 años, ya detenido, portaba un artefacto explosivo casero adosado al cuerpo y resultó herido.


Nueva York estuvo a muy poco de vivir este lunes su peor pesadilla: un atentado en la estación de metro de la icónica plaza de Times Square. Ahí, a primera hora de la mañana, con decenas de miles de personas desplazándose por las entrañas del centro de Manhattan para ir a sus puestos de trabajo, se produjo el estallido de un artefacto casero. Solo hubo cuatro heridos, incluido el sospechoso, Akayed Ullah, un ciudadano de 27 años originario de Bangladés que llevaba la bomba pegada al cuerpo. El alcalde de Nueva York, el demócrata Bill de Blasio, consideró lo sucedido como un “intento de ataque terrorista”.
La vida de los neoyorquinos no se entiende sin el metro. Los túneles son sus grandes arterias. Ahí también es donde se concentran los grandes miedos de los más de ocho millones de vecinos y de las autoridades que velan por su seguridad. “Gracias a Dios el perpetrador no logró su objetivo último”, reconoció el alcalde, consciente de que la ciudad podría haber sufrido una verdadera masacre. Las primeras indicaciones señalan a un ataque inspirado en el Estado Islámico. También en los últimos atentados islamistas perpetrados en Europa.
El estallido se produjo a las 7.20 de la mañana, hora local, en un largo y estrecho pasadizo que conecta la estación terminal de autobuses y las líneas que bajan por Octava Avenida con la boca de metro de Times Square situada en la Séptima Avenida. Ullah montó la bomba, con forma de tubo, siguiendo las instrucciones de los manuales que el Estado Islámico cuelga en Internet. La policía no descarta, sin embargo, que el artefacto de fabricación pudiera haberse activado de una manera casual. Detonó parcialmente, porque uno de los capuchones se soltó. Eso provocó que la deflagración escapara por uno de los extremos. Los tres heridos eran personas que estaban cerca.
“La realidad es que somos objetivo de los que están contra la democracia y la libertad”, indicó el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo. El intento de atentado suicida ocurrió cuando en la memoria de los vecinos está aún muy fresco el atropello intencionado en un carril bici junto al World Trade Center el día de Halloween, en el que fallecieron ocho personas, entre ellos cinco amigos argentinos. Fue el primer atentado con víctimas mortales desde el ataque suicida contra las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001.
El sistema de metro de Nueva York es masivo. Lo usan a diario 5,6 millones de personas. La estación en Times Square, situada en la calle 42, es un punto neurálgico de la ciudad. Por ella transitan 230.000 personas durante una jornada normal de trabajo. Cualquier incidente, por pequeño que sea, crea un efecto en cadena. La atraviesan una docena de líneas de metro que conectan con la terminal de autobuses y con las estaciones de tren en Madison Square y Grand Central.

Desalojo masivo

El estallido forzó la evacuación inmediata de todas las estaciones, así como de la terminal de autobús. El comisario jefe del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), James O´Neill, explicó que hay cerca de 3.000 agentes custodiando la red las 24 horas del día. Los agentes cuentan con una unidad antiterroristas que dispone de su propio servicio de inteligencia. La ciudad está en alerta permanente desde el atentando contra el World Trade Center en 1993.
Las fuerzas de seguridad han logrado prevenir 26 intentos de atentado desde el 11-S. El pasado octubre se dio a conocer la desarticulación de un operativo terrorista que planeaba atacar precisamente el metro y la icónica plaza neoyorquina, que en unas semanas se blindará para celebrar la llegada del Año Nuevo. Seguía el patrón del ISIS.
Las autoridades locales indicaron que el sospechoso reside en Brooklyn, donde se concentró la investigación para determinar sus relaciones y sus posibles conexiones con organizaciones terroristas. Los agentes del FBI y de la NYPD trataban en paralelo de recoger todos los trozos del artefacto en el lugar de la explosión para dar con su composición. Los testigos dicen que olía como un petardo.
El sospechoso llevaba el artefacto pegado al cuerpo con cinta adhesiva. Las cámaras de seguridad instaladas en el pasillo muestran que explota cuando tenía a varias personas a su lado. Tras disiparse el humo, se le ve tirado en el suelo, herido. El comisario de la NYPD indicó en rueda de prensa que Ullah hizo un comentario en la que citaba al Estado Islámico tras detonar la bomba, pero evitó entrar en más detalles. El autor tenía heridas y quemaduras en los brazos y en el abdomen. Creen que se trata de un lobo solitario.

Objetivo internacional

Andrew Cuomo calificó al sospechoso de “principiante” y explicó que el artefacto era de “baja tecnología”. “Tenemos a la Estatua de la Libertad en el puerto y eso nos convierte en objetivo internacional. Lo entendemos”, declaró. El responsable del cuerpo de bomberos de Nueva York, Daniel Nigro, indicó que la condición de los tres civiles sufrían heridas leves. “Les pitaban los oídos y les dolía la cabeza”, señaló. Se acercaron por su propio pie a los centros sanitarios más cercanos.
Bill de Blasio garantizó que no hay una amenaza adicional sobre la ciudad pero sí volvió a pedir a los ciudadanos que estén en alerta constante, porque eso puede ayudar a salvar vidas como en esta ocasión. También dejó claro que los terroristas no van a minar con este tipo de ataques los valores sobre los que se construye la ciudad, la más diversa del país. “La elección de Nueva York es por un motivo”, dijo, “demostramos que la democracia funciona”.
El presidente Donald Trump, por su parte, emitió ya avanzada la tarde una declaración en la que volvió a reclamar al Congreso de EE UU la aprobración la reforma migratoria. Es, dijo, una "necesidad urgente". "Como he dicho desde que anuncié mi candidatura a la presidencia, Estados Unidos debe reformar su permisivo sistema migratorio, que permite a gente demasiado peligrosa e inadecuada entrar a nuestro país", reiteró el republicano.

UN LOBO SOLITARIO ENFADADO E INSPIRADO EN LOS ÚLTIMOS ATENTADOS EN EUROPA

S. P.
El hombre que intentó inmolarse este lunes en la concurrida estación de metro de Times Square, identificado como Akayed Ullah, de 27 años, llegó a Estados Unidos desde Bangladés en febrero de 2011, de acuerdo con los primeros detalles de la investigación. Entró en el país utilizando un visado F4, de reunificación familiar. Trabajó como taxista en Nueva York durante tres años hasta marzo de 2015. Según dijo a los investigadores, eligió el lugar porque había anuncios con motivos navideños: intentaba así replicar los ataques contra mercadillos en Europa y vengar la muerte de musulmanes en bombardeos estadounidenses en Siria y otros países musulmanes.
“Debía estar enfadado con algo”, comentó el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo. Fuentes de la investigación señalaron que actuó en venganza por las muertes de musulmanes  El FBI rastreó varias direcciones en el barrio de Brooklyn tratando de recabar datos y pruebas. Aunque no estaba bajo vigilancia, se cree que pudo planificar el ataque durante un año y que siguió los manuales que el ISIS difunde por Internet.
El último empleo que tuvo era de electricista. La agencia que concede las licencias para prestar servicios de taxi en Nueva York señala que por el permiso no estaba autorizado a conducir un taxi amarillo. No pueden precisar si trabajaba por cuenta propia o para algún contratista independiente. El acusado por el atentado en el carril bici el día de Halloween también era conductor, en este caso de Uber.
Los vecinos cuentan a los medios locales que es una persona esquiva y no muy amistosa. Hasta final del año pasado residió con su familia en el barrio de Windsor Terrace. De ahí se mudaron a Old Mill Basin, una zona de Brooklyn étnicamente muy diversa y en la que conviven integrantes de las comunidades haitiana, italiana, irlandesa y árabe. El temor es que este tipo de eventos dañen la imagen de los musulmanes.
Nueva York se caracteriza, además, por reponerse muy rápido. El servicio de metro y de autobús recuperó la normalidad pasadas tres horas del incidente. La NYPD y el gestor de la red de transporte público realizaron a final del mes pasado un simulacro para prepararse ante un evento similar. Eso, explicó O´Neill, permitió que las fuerzas de seguridad y los servicios de inmediato respondieran de inmediato. “Este es el lugar más resistente del mundo”, concluyó el alcalde.
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