sábado, 26 de enero de 2019

Don Juan Carlos: «Yo sabía que todo el mundo estaría en mi contra cuando elegí a Suárez» 4º ESO

ABC HISTORIA-ESPAÑA

ABC recupera las declaraciones que hizo el padre del Rey en 2014 a la televisión francesa para el documental «Yo, Juan Carlos, Rey de España»


El rey emérito Juan Carlos I en su despacho. ABC

El Rey Don Juan Carlos concedió en 2014, antes de abdicar, una entrevista a la escritora francesa Laurence Debray y al cineasta Miguel Courtois Paternina, quienes preparaban un documental para la televisión francesa Franc 3. Ese documental, llamado «Yo, Juan Carlos, Rey de España», se emitió en Francia en febrero de 2016, años y medio después del relevo en la Corona. En España TVE compró el documental, pero todavía no lo ha emitido, a pesar de su interés. Ahora, la entrevista ha recobrado actualidad porque Laurence Debray ha rescatado las declaraciones que le hizo Don Juan Carlos y las ha publicado en la revista «Point de Vue».

Entre otras afirmaciones, Don Juan Carlos dice: «Yo sabía que la prensa me iba a asesinar y que todo el mundo estaría en mi contra», por el nombramiento de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno, ya que se trataba de un hombre que venía del régimen. «Pero yo sabía que era eso lo que había que hacer» porque «Adolfo representaba el cambio suave».
En la entrevista, Don Juan Carlos hace un repaso a su vida, desde que a los diez años y «más asustado que otra cosa», pisó España por primera vez. El Rey recuerda su estancia en el colegio de Las Jarillas, donde recibió educación junto a otros siete alumnos y, de aquellos tiempos, afirma que los sábados y domingos las familias venían a ver a sus compañeros «mientras que yo estaba solo».

Franco y el ratón

De su primer encuentro con Francisco Franco, destaca: «Yo estaba muy impresionado» pero como «yo solo era un niño, me distraje con lo que había a mi alrededor en el despacho. Recuerdo que había un ratón que se paseaba y que lo seguí con la mirada, hasta que el general me dijo "¿Qué está usted mirando?" Y yo le contesté: "Mi general, hay un ratón, un ratón ahí"».
También comenta cómo le afectaba la difícil relación que mantenían Franco y su padre, Don Juan de Borbón. «De un lado estaba Franco y del otro mi padre. Yo me sentía un poco como una pelota de pimpón. Cuando todo iba bien entre ellos, yo estudiaba en España. Cuando no, me repatriaban a Portugal. Pero, bueno, uno se acostumbra. Como tenía que ser así, así era».
De su paso por las academias militares, el Rey señala que «fue el primer momento que codeé con la sociedad española, con personas que veían de todo el país, con mentalidades e ideas diferentes. He tenido amistad con muchos de ellos. Conocerlos y estar cerca de ellos, ha sido muy importante».

Su hermano, Don Alfonsito

En un momento de la entrevista, Debray muestra a Don Juan Carlos imágenes del entierro de su hermano, el Infante Don Alfonsito, como consecuencia de un accidente mientras manipulaban un arma en Estoril: «Ahora lo echo mucho de menos. No tenerlo a mi lado, no poder hablar con él. Estábamos muy unidos, yo le quería mucho a él, y él mucho a mí. Era muy simpático».
Su paso por la Universidad «fue muy importante», según Don Juan Carlos, porque «fue allí donde vi que había personas a favor y en contra. Ellos, por supuesto, eran más expresivos. Yo no podía. Intentaba no tomar partido contra unos o a favor de los otros. Intentaba no enfrentarme, trataba de convencerles mediante el diálogo. Decía "bueno, tu piensas así, yo pienso de manera diferente, pero eso no nos impide ser amigos"».

La policía detrás todo el día

Sobre aquellos años del franquismo, relata que «aquí en España, tenía a la policía detrás todo el día. Era muy molesto. En cambio, en cuanto me iba en coche a Portugal, la policía me escoltaba hasta la frontera y allí les decía adiós y era por fin libre».
Recuerda que Franco le dijo que se diera a conocer por los españoles y «entonces, empezamos a viajar por toda España, todas las provincias, todos los pueblos. Creo que no hay ni un pueblo que no conozca». Según Don Juan Carlos, aquella situación «no era fácil», pero «si yo no hubiera aceptado la propuesta de convertirme en Heredero del Trono», «el cambio que se llevó a cabo no se habría podido hacer». En aquella época, Don Juan Carlos ya «sabía más o menos lo que quería. Pensaba que España debía tener otro régimen, que había que hacer algo completamente diferente. ¿El cómo? Vendría después».
Relata Don Juan Carlos que durante un viaje mantuvo un desayuno «off the record» en el que «hablé de la apertura de España, de la democratización». Y al regreso, Franco le dijo: «Alteza, hay cosas que se pueden decir en el exterior y que aquí no se dicen. Y cosas que se dicen aquí, que no se pueden decir en el exterior». «Cuando hablábamos de política, yo le decía: "Mi general, debería abrir un poco... Y él me decía: "Yo no, es usted quien tendrá que hacerlo. Yo no lo puedo hacer"».
También relata que «el día antes de morir, Franco me cogió la mano en su habitación y me dijo: "Alteza, lo único que le pido es que preserve la unidad de España"». «Yo sabía que teníamos que hacer una democracia, pero ¿cómo? Era una buena pregunta», afirma Don Juan Carlos.

El día de la proclamación

La noche anterior a su proclamación como Rey «no había dormido», dice. «Me preocupaba el discurso, mi primer discurso, en esa ceremonia tan importante». «Tenga en cuenta -le dice a la entrevistadora- que los que asistieron a mi juramento eran los miembros de las Cortes de Franco y el Consejo del Reino de Franco».
Don Juan Carlos agradeció mucho la homilía que pronunció el cardenal Tarancón en la misa de la proclamación, en la que habló del «Rey de todos los españoles»: «Yo me decía: "Gracias por ayudarme: estás diciendo lo que voy a hacer, lo que quiero hacer"». «Fue muy importante que lo dijera él delante de todos los jefes de Estado extranjeros. Yo no me sentía solo».
También habla Don Juan Carlos de la relación con su padre, Don Juan, y su dificultad para asumir que sería Rey: «Le costó un poco, por supuesto. Es normal, es humano. Me llamó para felicitarme. Vamos, todo lo que se puede hacer cuando se está lejos. Supongo que no lo mostró, como decimos en España, la procesión va por dentro».
«De los primeros momentos del reinado, recuerda que «era un peso enorme el que llevaba sobre los hombros» y que «el pueblo español no sabía a qué atenerse conmigo». Cuando la entrevistadora le muestras imágenes de las manifestaciones que se celebraban en aquellos años, Don Juan Carlos le dice: «Nunca habíamos visto algo así porque estaba prohibido. Una vez que se permitió, la gente se manifestaba a favor y en contra».
Recuerda Don Juan Carlos su preocupación por cómo convertir una dictadura en una democracia, hasta que Torcuato Fernández-Miranda, su antiguo profesor de Derecho, le propuso la fórmula: «Estuve muy preocupado, y me dijo: "Sin ningún problema, de la ley a la ley". Entonces me quedé tranquilo».

La elección de Suárez

«Yo sabía que la prensa me iba a asesinar y que todo el mundo estaría en mi contra», afirma Don Juan Carlos respecto al nombramiento de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno, ya que se trataba de un hombre que venía del régimen. «Pero yo sabía que era eso lo que había que hacer. Lo conocía cuando era director general de TVE con Franco, y me gustó mucho su manera de ser, de hablar, como era él de hecho. Adolfo representaba realmente el cambio suave, que era lo que queríamos hacer». Después, en otro momento del documental, Don Juan Carlos habla de Suárez: «Lo hizo muy bien. Le estaré eternamente agradecido».
Y es que, como relata el Rey, «en ese momento, la democracia era solo un discurso». De hecho, «las Cortes de Franco hubieran podido bloquear el proceso, pero no lo hicieron», sostiene el Rey. «Creo que se dieron cuenta de lo que había sido España y de lo que iba a ser».

El Partido Comunista

Don Juan Carlos pensaba que «no podía haber democracia sin la participación del Partido Comunista. No había otro camino. Había que pasar por ahí. ¿Había gente en contra? Por supuesto. En los cuarteles los militares estaban descontentos, había reuniones. En ese momento había que navegar a ojo».
Ya en 1971, en el aniversario del Imperio Persa, Don Juan Carlos aprovecha aquel viaje para acercarse a Ceaucescu, presidente de Rumanía, y que éste transmitiera a Santiago Carrillo, el líder del Partido Comunista Español, que iba a legalizar su partido. «Pero que yo elegiría cómo y cuándo. Lo aceptó y eso me ayudó mucho».
De Carrillo, destaca que «aceptó la bandera nacional y la Monarquía, aunque no era monárquico» y que el político comunista llegó a decirle al Rey: «Me equivoqué al llamarle a usted Juan Carlos el Breve. Lo siento mucho, porque me he equivocado». Y «nos hicimos muy buenos amigos».

La cesión de Don Juan

En la entrevista, Don Juan Carlos se refiere a la sencilla ceremonia, celebrada en 1977 en el Palacio de La Zarzuela, en la que su padre le cedió los derechos dinásticos: «Tengo que decir que me arrepiento de no haber dado más importancia a ese acto. Ahora lo hubiera hecho de otra manera, dándole más boato, más importancia». Porque «ser Heredero es muy importante», y afirma que Don Juan «consagró toda su vida a España, sacrificó su persona» y su grandeza reside en decir: «Te dejo todo».
En otro momento, sostiene que «mi padre tuvo un entierro de Rey porque se lo merecía. Para mi fue un Rey de facto».

Las primeras elecciones y la Constitución

El 15 de junio de 1977, se celebraron las primeras elecciones democráticas en España. «Hay que decir que en ese momento yo tenía todos los poderes de Franco», relata el Rey. Después, Don Juan Carlos habla de la apertura solemne de la legislatura con diputados y senadores elegidos en las urnas: «Me sentí muy bien. Me decía a mí mismo: "Todos los partidos políticos, tanto de derechas como de izquierdas, todos juntos vamos a hacer esto. Fue realmente maravilloso». «A la gente le gusta el poder y tal; yo he cedido todos mis poderes con mucho alivio».
En el momento que Don Juan Carlos sancionó la Constitución, en diciembre de 1978, «casi me temblaba la mano», recuerda. «Era un momento tan importante para el país, para España, que se refrendara y se firmara la Constitución. De hecho, la tengo siempre donde la pueda ver».

El golpe del 23-F

De los hechos sucedidos el 23 de febrero de 1981, con el intento de golpe de Estado, Don Juan Carlos afirma: «En ese momento, me ayudaron mucho los cuatro años que pasé en la Academia Militar. Tener amigos entre ellos me fue muy útil».
El mensaje del Rey se retrasó aquella noche: «Se tardó un poco y la gente se angustiaba. Pero la anécdota fue que el capitán que estaba al mando de las tropas que ocupaban la televisión era muy amigo del jefe de la Casa del Rey, que también venía de la Caballería. Entonces hablaron y éste le dijo: "Pero ¿qué tontería estás haciendo? Deja que los cámaras salgan de la televisión". Y el otro dijo: "Sí, a sus órdenes, mi general". Grabé dos discursos que salieron para la televisión por rutas diferentes. No sabía lo que podía estar pasando fuera».
Tras la emisión del mensaje, «la gente apagó la televisión y se fue a la cama diciéndose: "Ya no hay peligro". Y, por la mañana, se terminó todo. Fue una noche un poco larga».

Los 800 malos momentos

«Los peores recuerdos, los peores momentos, hay muchos. Pero para responderle con gran sinceridad, diría que he tenido alrededor de 800 malos momentos, las más de 800 víctimas del terrorismo. Me siento muy solidario con ellos».

La opinión de Don Felipe

Don Felipe, que todavía era Príncipe de Asturias en aquel momento, también participó en el documental sobre su padre, en el que señala lo siguiente: «Nunca ha dado lecciones; orientaciones, sí. A veces, cuando tenía dudas, le preguntaba y decía: "Intenta resolverlo tu". Yo te ayudaré, pero encuentra el camino por tí mismo". Así ha sido y sigue siendo. Es alguien muy afectuoso, pero también reservado. No le gusta dar lecciones ni darse importancia ni darle importancia a lo que hace. En el fondo, cuando uno ve su trayectoria y su éxito como jefe de Estado, su humildad es una grandísima lección».


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