Se muestran "escépticos" sobre la posibilidad de que implique un cambio de costumbres.
Un trabajador en Nuevos Ministerios (Madrid). SAMUEL SÁNCHEZ
Varios físicos han alertado de las consecuencias que tendría para España el cambio de huso horario, como reclaman desde hace tiempo asociaciones como la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), y afirman que el país se encuentra en la zona horaria "correcta" por lo que la materialización de esta propuesta sería "un disparate".
El catedrático del Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela, Jorge Mira, ha argumentado que "un cambio de huso no sólo no arreglaría nada sino que incluso traería problemas". A su juicio, "si se cambia, se va a generar un caos que implicaría un coste enorme". "Es un disparate porque el modo de vida seguiría siendo el mismo, sea cual sea el huso, que es sólo una manecilla del reloj, porque el sol va a seguir saliendo y se va poner igual". Pone un ejemplo: "Una persona sale actualmente a las seis de la tarde pero, con el cambio horario, saldría de noche por lo que, como primera consecuencia, esto implicaría que la vida se trasladaría una hora más hacia la noche. Y si para compensar, se adelanta una hora la entrada al trabajo, nos quedaríamos exactamente igual que como estamos ahora".
Asimismo, Mira niega que el horario actual sea fruto de una decisión de Franco ya que, como ha recordado, durante la Guerra Civil y la II Guerra Mundial hubo sucesivos cambios debido a cuestiones bélicas. El científico ha precisado que, al término del conflicto, fue Charles De Gaulle quien mantuvo el actual horario central europeoy España se mantuvo alineada con el país vecino por lo que el origen del huso actual "es gaullista y europeo".El experto ha explicado que los científicos observan "con mucho pánico que se está razonando sobre un mapa plano cuando la Tierra es redonda". "No se puede comparar el norte, donde hay menos horas de luz, con el sur del continente, donde disfrutan de más horas solares. Es una animalada y se razona falazmente porque se hace sobre un mapa plano, aunque sea difícil de entender", ha reiterado.
Además, ha cuestionado que la Subcomisión para la Estudio de la Racionalización de los Horarios puesta en marcha en 2013 —en cuyo informe final se abogaba, entre otras medidas, por un cambio horario ya que incidiría "favorablemente" en la conciliación— no contara con ningún científico experto en estos temas "que hubiese enseñado datos en gráficas desde una perspectiva científica" con el fin de parar "esta bola de nieve".
Por su parte, el científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas José Fernández-Albertos, ha incidido en la idea de que el sol "influye en los hábitos de vida". "Es cierto que los hábitos sí responden a la posición del sol porque, aunque sea la misma hora legal en el este y oeste peninsular, los hábitos sociales son diferentes porque la hora solar lo es", ha aseverado.
El científico ha indicado que "cuando el sol se pone antes en términos de hora legal, esto hace que la gente acelere la salida del trabajo" y ha coincidido con Mira "en que compararse con los países del norte de Europa es un error porque tienen menos horas de sol, sobre todo en invierno, y concentran la jornada laboral, lo que favorece la conciliación, pero en los países del sur de Europa es más complicado concentrar esta jornada". En este punto, ha señalado que hay que compararse con Japón, Estados Unidos, Italia y Portugal, "países que están en la misma posición con respecto al sol y con los que no se tienen costumbres tan diferentes".
Así, se ha mostrado "escéptico" sobre la posibilidad de que cambiar el huso horario implique un cambio de costumbres. "Las sociedades se adaptan al huso al que están. A lo mejor, a largo plazo, se cambian cosas como el presencialismo o se acortan las comidas pero al final seguiremos teniendo muchas horas de luz y volveríamos al punto en el que estamos", ha afirmado. Además, ha alertado de la posibilidad de cambiar los horarios para adecuarlos a países como Dinamarca o Noruega: "Entonces sí que seríamos una excepción porque seríamos un país con muchas horas de luz pero que concentra su jornada en pocas horas del día. Y eso sí que sería un poco raro".
Mientras, el doctor en Ciencias Físicas por la Universidad de Sevilla, José María Martín Olalla, ha coincidido con sus colegas en que los ciudadanos "se han adaptado ya al horario existente" y que modificar el huso horario "sólo implica cambiar un numerito que aparece en el reloj". "Hay países como Francia, Bélgica o Argentina cuyo hora es distinta a la de su huso y no pasa nada, porque la Tierra sigue girando y el mediodía sigue corriendo cada 24 horas", ha añadido.
"Si se llevara a cabo el cambio, sólo se beneficiaría a un porcentaje de la población que tiene una jornada laboral muy concreta —la discontinua, con pausas para comer que se reducirían—, pero perjudicaría a los de jornada continua al retrasar la entrada al trabajo y también la salida", ha indicado. En cualquier caso, ha recordado que "no todo el mundo podrá salir a la misma hora ni se podrá regular el nivel de actividad de lo que se quiera hacer a la salida del trabajo", un aspecto que actualmente sí está regulado "de un modo bastante razonable".
"El tema del huso horario no tiene nada que ver con la conciliación: tiene que ver con cuántas horas se dedican al trabajo, a comer o a lo que sea, y eso es el tiempo medido como una duración, mientras que cuando hablamos del huso nos referimos al tiempo como una referencia, qué hora marca el reloj en un instante, algo que es independiente del tiempo que se usa para hacer una actividad. Son dos conceptos diferentes", ha precisado.
Por su parte, fuentes de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales han señalado que el debate sobre el cambio de huso es "político y económico". "Desde el punto de vista de la ciencia no hay ninguna postura que tomar", han zanjado. Mientras, el presidente del Colegio de Geólogos, Manuel Regueiro, ha indicado que "parece más útil estar en el huso centroeuropeo para trabajar" aunque ha dicho que "el huso horario es fijo, tiene que ver con coordenadas y es algo perfectamente definido y establecido".
Finalmente, desde la ARHOE, su presidente, José Luis Casero, ha insistido en que "la gente va a trabajar y a estudiar sin que haya pasado un período normal de luz solar". En la misma línea, el coordinador general de ARHOE, Ángel Largo, ha reiterado que España "no está en el meridiano que le corresponde (el de Greenwich) y que los hábitos actuales han cambiado: "si amanece antes y comemos antes, podemos salir antes del trabajo y esto sería una palanca para otros cambios, además de lograr un beneficio para la salud".
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