EL PAÍS ESPAÑA
Ocho años después de que falleciera el primer intoxicado, sólo 13 personas fueron condenadas a penas de entre seis meses y 20 años de prisión.
Afectados protestan en el lugar donde se celebró la primera sesión del juicio por la colza, en Madrid. LUIS MAGÁN
El juicio por el envenenamiento masivo por aceite de colza en España fue uno de los más seguidos por la opinión pública en la década de los ochenta. La intoxicación dejó secuelas permanentes a muchos de los afectados, además de causar la muerte a al menos 346 personas, según datos oficiales de hace una década.
El 27 de abril de 1981, un niño falleció en la localidad de Torrejón de Ardoz (Madrid) de una extraña enfermedad, que en principio se atribuyó a la enfermedad del legionario. Tras un mes de investigaciones —en el que el ministro de Sanidad de la época, Jesús Sancho Rof, llegó a afirmar que el agente infeccioso "era un bichito que si se caía de la mesa al suelo, se mataba"—, el ministerio confirmó que la muerte había tenido relación con el consumo de un aceite adulterado, el aceite de colza industrial.
Después de seis años de investigación judicial, se inició la primera sesión del juicio en Madrid el 30 de marzo de 1987, de cuyo comienzo se cumplen ahora tres décadas. El proceso se prolongó durante 15 meses y se extendió 11 más hasta que el tribunal dictó sentencia, una decisión que no dejó satisfecha a una parte importante de la sociedad civil ni a la mayor parte de los afectados por la masiva intoxicación. El Estado había abonado, a mediados de 2006, 2.374.943.831 de euros en indemnizaciones a las víctimas y contaba aún con 36 expedientes abiertos.
EL PAÍS explica en este artículo la crónica completa sobre el mayor envenenamiento de la historia reciente de España y sus consecuencias penales, económicas y sociales.
Noticia de EL PAÍS publicada el 21 de mayo de 1989. EL PAIS
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