Carmen Calvo
El archipiélago se construirá en el Mar del Norte y atenderá la demanda de energía de 100 millones de consumidores.
Construir una isla artificial de seis kilómetros cuadrados, un tamaño similar a 48 campos de fútbol, en medio del mar del Norte es el nuevo reto que lidera una de las empresas más importantes en el sector de la energía de Dinamarca. Miles de turbinas de viento se instalarían alrededor de la isla que funcionaría como un centro de distribución para, a partir de 2030, abastecer de electricidad a cerca de 80 millones de consumidores europeos, según las previsiones iniciales.
Power Link, el nombre que recibirá la isla, se construiría en el Dogger Bank, un banco arenoso localizado en un área de fuertes vientos y aguas poco profundas estratégicamente situado entre Gran Bretaña, Países Bajos, Bélgica, Alemania, Noruega y Dinamarca. Se necesitarán 200 millones de metros cúbicos de arena y cerca de 1.500 millones de euros para erigir este archipiélago artificial, sin incluir los costes de los 7.000 aerogeneradores que se instalarán en el mar.
«Puede sonar como una locura o ciencia ficción», indicó Torben Glar Nielsen, director técnico de Energinet.dk, una de las dos compañías, junto con las filiales alemana y neerlandesa de Tennet T, que se encuentran detrás de este ambicioso proyecto, calificado por el ministro danés de Energía Lars Christian Lilleholt como el «Sillicon Valley del Mar del Norte».
Puerto y aeropuerto
Entre las ventajas de Power Link destaca la de crear economías de escala, ya que, aunque las turbinas estén en medio del mar, pueden conectarse a la isla y no se precisan cables tan largos. Estos cables funcionarán a la vez como transmisores y como interconectores entre los mercados energéticos de varios países y permitirían que se pudiera comprar y vender electricidad entre ellos en función de la demanda.
La isla también hará posible la utilización de corriente alterna, más barata que la corriente directa. Además, como el archipiélago contará con aeropuerto y puerto, se simplificará la logística asociada a transporte, almacenamiento o mantenimiento de componentes, ya que tendrá el personal y el material necesarios para llevar a cabo estas tareas. Por si no fuera suficiente, los consumidores también lo verán reflejado en sus facturas de luz.
El viento del Mar del Norte
Según explica a ABC Jesper Nørskov Rasmussen, portavoz de Energinet.dk, la isla tendría una capacidad de producción de 30 gigavatios, aunque en los planes iniciales se estudia crear una especie de archipiélago en el que se generarían entre 70 y 100 gigavatios que podrían satisfacer la demanda de energía de 100 millones de consumidores. «En este momento creo que es la manera más barata de integrar grandes cantidades de energía eólica. Estará operativa entre 2030 y 2035, aunque los próximos años estudiaremos todo el potencial antes de tomar una decisión final», cuenta Nørskov, quien no descarta añadir nuevos socios al proyecto.
Power Link es un reto innovador para conseguir un futuro libre de energías fósiles en el que serán necesarias la cooperación y sinergia entre varias compañías a fin de aprovechar los recursos naturales de cada país. Como dice el representante de Energinet.dk a ABC, «el mar del Norte tiene un enorme potencial de viento, mientras que ustedes en el sur de Europa tienen un gran potencial para el sol, al menos mejor que nosotros en el norte».
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