viernes, 24 de marzo de 2017

Más de 200 muertos, la mayoría civiles, en un ataque aéreo sobre el oeste de Mosul. 4º ESO

EL MUNDO INTERNACIONAL
Francisco Carrión


Visión general de una calle iraquí, en el barrio de Yabasat, durante la ofensiva contra el IS. AHMAD AL-RUBAYEAF

Las víctimas civiles de los bombardeos de la coalición internacional que lidera EEUU se ha incrementado dramáticamente desde la llegada de Trump.

La batalla que se libra en el oeste de Mosul está incrementando dramáticamente el número de civiles muertos como consecuencia de los bombardeos de la aviación iraquí y la coalición internacional que lidera Estados Unidos. Al menos 230 personas, la mayoría civiles, ha perdido la vida en ataques aéreos en un distrito controlado por el autodenominado Estado Islámico.
La cadena de televisión kurda Rudaw ha confirmado este jueves el hallazgo de 130 cadáveres en una vivienda del barrio de Mosul al Yadida. Otro centenar se ha localizado en un inmueble cercano. "Algunos de los muertos habían buscado refugio en el interior de las casas", ha indicado el corresponsal de la cadena. Según el citado medio, la mayoría de las víctimas son mujeres y niños en un ataque cuya autoría no ha precisado. La ofensiva permanece detenida este jueves a causa de las condiciones climatológicas adversas.
En la última semana Airwars, un proyecto colaborativo integrado por periodistas europeos y árabes que vigila los bombardeos sobre enclaves del IS en Irak desde el comienzo de las operaciones en agosto de 2014, ha lanzado advertencias por el aumento de las víctimas de los ataques aéreos. Según el grupo, los datos recopilados en febrero muestran "cifras récord de civiles muertos en Mosul y Raqqa [ciudad siria que sirve 'facto' como capital del califato]", subraya su nota publicada la pasada semana.
"Hay señales incipientes de que las bajas civiles de la coalición liderada por Estados Unidos contra el autodenominado Estado Islámico se están acelerando desde el inicio de la presidencia de Donald Trump", sugiere la organización. En concreto, desde que el republicano tomara posesión y hasta mediados de este mes se han contabilizado hasta 1.173 ataques de la coalición que se han saldado con entre 1.214 y 1.859 víctimas civiles.
A propósito de este último ataque, Chris Woods, director de Airwars, ha avanzado en declaraciones a EL MUNDO que la cifra corresponde a "una de las cuantiosas informaciones que hablan de un elevado número de muertes civiles en bombardeos en la zona de Mosul al Yadida". "Le damos credibilidad", ha agregado. "Estamos trabajando -ha reconocido- para publicar un resumen a partir de todas las fuentes conocidas. En estos momentos, estamos siguiendo simultáneamente muchos incidentes".
Estos nuevos datos de la tragedia de Mosul coinciden con el anuncio hecho público este jueves por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Según la agencia, hay unos 400.000 civiles iraquíes atrapados en la ciudad vieja de Mosul, una zona de callejuelas controlada por el IS (Estado Islámico, por sus siglas en inglés) por la que tratan de abrirse las fuerzas de seguridad iraquíes. Los habitantes que aún resisten en sus arterias sufren cortes de electricidad y falta de alimentos.
"Lo peor está aun por llegar, por decirlo de algún modo, 400.000 personas se hallan atrapadas en la ciudad vieja en una situación de pánico y penurias", ha declarado Bruno Geddo, el representante de ACNUR en Irak. A su juicio, la situación podría desembocar en un flujo de desplazados a gran escala. Un éxodo que han emprendido ya 157.000 almas, que han alcanzado los campos y los centros habilitados por el Gobierno iraquí y las organizaciones no gubernamentales desde que hace un mes se inaugurara la ofensiva sobre el margen occidental de Mosul.
"La gente ha comenzado a quemar sus muebles, ropas viejas, trozos de plástico y cualquier otra cosa que puede servir para calentarlos durante la noche porque sigue lloviendo y las temperaturas nocturnas bajan de manera notable", ha agregado Geddo.
La coyuntura podría escalar cuando las tropas iraquíes logren nuevos avances por el último reducto de Mosul en manos yihadistas. El IS controla aún el 40 por ciento del oeste de la urbe. Fuentes militares iraquíes han indicado a EL MUNDO que en los últimos días han desplegado francotiradores en edificios de la ciudad vieja. Los uniformados se hallan a unos metros de la mezquita Al Nuri, desde la que a finales de junio de 2014 el líder del IS Abu Bakr al Bagdadi proclamó el califato que se extiende por Siria e Irak.

La ofensiva sobre el oeste de Mosul está liderada por la unidad antiterrorista, la policía federal y la división de respuesta rápida, una unidad de élite del ministerio del Interior. Unos 2.000 combatientes yihadistas resisten en el oeste de Mosul, concentrados en un centro formado por calles estrechas por el que no pueden internarse los vehículos blindados.

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