LA RAZÓN.ES INTERNACIONAL
Día de la liberación en el norte de Chipre cargado de críticas al desenlace del proceso de paz en Suiza.
La situación en Chipre va camino de convertirse en un conflicto congelado pues han pasado prácticamente cinco décadas desde que comenzase y el fracaso de las últimas y esperadas negociaciones de paz en Suiza, auspiciadas por la ONU, no le augura un buen futuro.
Hoy, 20 de julio, en la parte norte de Chipre, autodenominada TRNC, es decir, República Turca del Norte de Chipre, celebran la llegada de las tropas turcas en 1974, que entraron desde Kirenia. Conocido aquí como el Día de la Paz y de la Libertad, LA RAZÓN fue testigo de la ceremonia en la parte turca de Nicosia, que conmemora el año 43 de esta polémica liberación dependiendo del lado de la isla en que se esté.
El presidente turcochipriota, Mustafa Akinçi, supervisó los desfiles de las fuerzas terrestres y dio un importante discurso para los turcochipriotas por el momento, tras las reuniones en Crans-Montana, en las que algunos en el norte piensan que fue demasiado lejos, que cedió demasiado a los grecochipriotas. En su alocución, Akinçi destacó que “no es a nosotros a quienes hay que culpar esta vez del fracaso de las conversaciones de paz”. Para el presidente, que su principal misión es precisamente las negociaciones con el sur, “los greco chipriotas no quieren compartir el poder con nosotros y se niegan a otorgarnos igualdad y la participación en las decisiones políticas”, por lo que es una injusticia a su modo de ver.
Akinçi aludió a que se hicieron progresos en ocho de los 10 problemas con sus vecinos, no hubo sin embargo acuerdo en los asuntos de las propiedades (habitantes del sur tenían sus casas o terrenos en el norte y viceversa) ni tampoco en el de la seguridad y que Turquía, con miles de soldados desplegados aquí, sea quien se la garantice.
Es curioso el protocolo de la ceremonia, cómo Akinçi primero besó la bandera turca (roja) y después la turcochipriota (rojiblanca). También, que el primer ministro turco, Binali Yildirim, se desplazara hasta aquí junto a su esposa y diera un duro discurso antes que el propio Akinçi. Yildirim señaló que “Turquía es un estado garantizador, que el mundo tenga claro que Enosis (una Chipre unida a Grecia, por lo que comenzó la guerra) y aprovechó para señalar a los turcochipriotas que no están solos, en el norte habitan unos 300.000 turcochipriotas, que “80 millones de hermanos y hermanas les felicitan junto al presidente Erdogan y el Gobierno turco”. Yildirim les aseguró que no estaban solos, y que llegará un día en que el dolor finalice y se preguntó por qué después de tantos años no ha habido una resolución, que sin duda, “fueron los grecochipriotas los que la rechazaron”. El “premier” turco finalizó recordando a la población del Norte que les importan y que están en su agenda.
Muchos en el norte se refieren a Turquía como a la “madre tierra” y durante la noche del miércoles al jueves rememoraron también la llegada del Ejército turco por la vía marítima.
En el sur, en Chipre, se refieren al día 20 como a la fecha “de la invasión”, nada que ver con los que la madrugada del jueves se congregaron en la playa de Escape, en Kirenia, para celebrar con antorchas, banderas, música y comida entregada por las Fuerzas Armadas, la ayuda militar prestada por Ankara durante el año 74. Los grecochipriotas pidieron que se redujera la presencia militar a cero, algo que en el norte, no se aceptó. 43 años después, volvemos a la casilla de salida.
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