Sara Navas
A simple vista nada la diferencia de una camiseta de 8 euros. Sin embargo, vale 10 veces más y su precio está justificado.
Las prendas de Noah, incluída la camiseta de la imagen, están diseñadas para soportar cualquier tipo de actividad enérgica durante un largo periodo de tiempo.
Con 77 euros se pueden comprar, en una tienda low cost, 15 camisetas básicas, o tres pantalones vaqueros, o cuatro bañadores masculinos o cinco camisas de manga corta. Pero también se pueden invertir íntegros en una única camiseta blanca sin sentir que te acaban de hacer el tocomocho. La firma estadounidense Noah clothing ha logrado que gastar 77 euros en una prenda básica nos parezca bien. ¿Cómo? Gracias a los convincentes argumentos de su fundador Brendon Babenzien.
Noah Clothing es una marca de ropa masculina fundada por Brendon Babenzien que busca posicionarse contra muchas de las prácticas que se llevan a cabo en la industria de la moda. Su objetivo es crear productos originales de buena calidad siempre respetando la integridad de las personas que participan de una u otra forma en el proceso.
"Ahora más que nunca, la forma en la que gastas tu dinero importa. Cada compra es un voto por los derechos humanos, por el compromiso medioambiental y por los derechos de las mujeres y de los trabajadores. Desde Noah incentivamos el consumo inteligente. Es decir: compra menos, compra mejor y no actúes como un consumidor inconsciente", sostiene Babenzien, que ofrece cuatro motivos de peso para plantearse comprar esta camiseta.
1. Está fabricada con el mismo material con el que se hacen las prendas que usan los jugadores de Rugby
"Aunque puede parecer una camiseta básica, os aseguramos que no lo es. Las camisetas típicas se fabrican con materiales de menor gramaje (160 gramos), y nosotros lo hacemos con algodón de 226 gramos, el gramaje más alto del mundo, cultivado en Estados Unidos". La exclusiva confección a la que hace referencia el fundador de Noah clothing originalmente era empleada para fabricar las prendas técnicas que visten los jugadores de rugby. Hecho que garantiza su resistencia: "Nuestra línea de productos está diseñada para soportar cualquier tipo de actividad de naturaleza combativa o deportiva durante un largo periodo de tiempo".
La resistencia de sus prendas se traduce en una longevidad de la que carecen buena parte de los artículos que se encuentran en el mercado actualmente. "Las cosas que hacemos durarán más tiempo que otros productos que están ideados para que expiren con bastante rapidez. El material con el que se fabrica una prenda determina su tiempo de vida. Por eso los buenos vaqueros duran mucho antes de romperse y las camisas de buena calidad tardan mucho en desgarrarse. El viejo refrán que dice 'obtienes lo que pagas' es muy, muy cierto", defiende Babenzien.
2. La firma trabaja con proveedores de países con leyes ambientales razonables
Noah clothing únicamente se asocia con proveedores acreditados que trabajan en países con leyes ambientales sensatas. Esto significa que la producción les sale más cara, pero contribuyen a que se reduzca la destrucción medioambiental. "Si esto es una prioridad para el consumidor, entonces aquí tiene un motivo más para invertir en nuestros productos. Si por el contrario aún no es una prioridad, creo que es solo cuestión de tiempo que este punto se convierta en una prioridad para el público en general", asegura la cabeza visible de la firma estadounidense.
3. Se fabrica en países con leyes laborales justas
"Nos aseguramos de trabajar en países donde las leyes laborales son justas. Gran parte de nuestra producción se desarrolla en Italia. Allí los trabajadores disfrutan de un salario digno, de descansos para la comida razonables y de más tiempo de vacaciones que el promedio estadounidense. Todos estos factores se suman y significan que pagamos más para producir nuestras prendas", continúa Brendon Babenzien. La fabrica con la que colaboran en Italia es una propiedad familiar que dirigen padre e hijo. "Para nosotros es imprescindible que las personas con las que trabajamos tengan una buena calidad de vida. Preferimos que el negocio crezca lentamente si esto nos asegura que nuestros trabajadores viven bien. Claro que podríamos ganar más dinero produciendo en otros lugares del mundo, pero nosotros no ponemos los beneficios por delante de las personas", afirma Brendon. Desde Noah clothing recuerdan que cada vez que se adquiere algo producido a bajo coste significa que probablemente alguien está trabajando en condiciones por las que ningún ser humano debería pasar. "Nos hemos acostumbrado a unos precios que están, sencillamente, basados en mentiras. Buscar la fabricación más barata del planeta significa trabajar en los países más subdesarrollados y aprovecharse de su pobreza".
4. Se produce a pequeña escala
El negocio de las prendas de vestir es un negocio de volumen. Cuanta más cantidad produces de algo, más barato sale. Noah clothing es una empresa pequeña que produce en cantidades muy pequeñas. "Esto significa que las cosas nos cuestan más dinero. Tenemos la suerte de trabajar con un productor que se adapta a nuestros pedidos, pero trabajar a pequeña escala tiene un precio. Sin embargo, aceptar estos costes elevados nos permite obtener la calidad que deseamos y desmarcarnos de las malas prácticas laborales", argumenta.
La camiseta básica de manga corta de la marca está disponible en siete colores: blanco, negro, gris, verde, azul, rojo y naranja. Y solo se han fabricado 488 unidades en total: 188 camisetas blancas, 111 negras, 64 grises, 39 en verde y la misma cantidad en azul, y 24 unidades de los colores rojo y naranja. Lo mismo ocurre con el resto de prendas de la firma. Su chaqueta impermeable solo está disponible en dos colores diferentes y se fabrican únicamente 36 unidades de cada tono.
Cada camiseta de Noah Clothing, a la venta por 77 euros, le cuesta a la empresa 26 euros. Aunque 51 euros de beneficio puede parece una cifra alta, Brendon asegura que no lo es: "Con este dinero tenemos que pagar el alquiler de la tienda, los sueldos de los empleados, el seguro del local, el seguro médico, el dominio web, las bolsas, las etiquetas de la ropa, las sesiones de fotos de los productos... solo por mencionar algunos de los enormes gastos que supone sacar adelante un negocio pequeño".
"No espero que a todos os preocupen estos motivos, pero creo que es importante contarlo para que podáis tomar una decisión informada". Y así, Brendon Babenzien pone fin su alegato.
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