Itxaro Arteta
Gente caminando por la calle Preciados de Madrid. SAMUEL SÁNCHEZ
Por primera vez desde 2011 hay un crecimiento y no una disminución de habitantes.
La población de España ha aumentado en 2016 por primera vez después de disminuir durante cinco años, gracias al aumento de la inmigración, según datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La población creció en 88.867 personas, un 0,19%, durante el año pasado, con lo que ya viven en España 46,53 millones de personas. Esta cifra supone el primer crecimiento en términos anuales desde 2011.
El aumento se debe principalmente a un saldo migratorio positivo, es decir, a que entraron al país más personas de las que lo abandonaron, tanto de nacionalidad española como extranjera. Durante el pasado año, 417.033 personas llegaron a España (un 21,9 % más) mientras que 327.906 salieron (un 4,6 % menos), según los datos preliminares del INE.
Las dos nacionalidades de las que más aumentó el saldo migratorio son Colombia y Venezuela. Del primer país, llegaron 16.808 más de los que se fueron, y del segundo, 16.269. En términos totales, al 1 de enero de 2017 había 139.213 colombianos viviendo en el país, por lo que es la octava nacionalidad extranjera más común en España. La mayoría de extranjeros viviendo en el país, en números totales, siguen siendo los rumanos y marroquíes, ya que hay casi 700.000 habitantes de cada uno de esos países.
La emigración de personas que se van de España también descendió durante 2016. La salida de españoles al extranjero se redujo un 9%, ya que se fueron 86.112 habitantes. Los retornos fueron 62.576, lo que significa que volvieron al país un 20,1% más que en 2015.
En cuanto a población extranjera, dejaron el país 241.795 personas en 2016, un 3% menos que un año antes. Al mismo tiempo, llegaron a vivir a España 354.461 nuevos ciudadanos de otros países, lo que significa que por segundo año consecutivo llegaron más de los que se fueron.
La población de España también ha crecido gracias a que las defunciones han sido pocas con respecto a los nacimientos. En 2016, murieron 259 personas más de las que nacieron, por lo que el saldo se considera casi nulo. Las únicas comunidades en las que decreció la población fueron Castilla y León, Galicia, Castilla-La Mancha, Extremadura, Principado de Asturias, Aragón, Cantabria y La Rioja.
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