El campo magnético del planeta no tiene una inclinación discernible, lo que implica que todavía no conocemos la verdadera longitud del día allí.
Mosaico que combina imágenes capturadas por la nave Cassini de la NASA - NASA / JPL-Caltech / Instituto de Ciencias Espaciales / Universidad de Hampton
A medida que la nave espacial Cassini de la NASA hace su serie de inmersiones semanales entre Saturno y sus anillos, un paseo sin precedentes que forma parte de lo que los científicos llaman la Gran Final, el equipo responsable de la sonda se ha llevado una nueva sorpresa. Resulta que el campo magnético del planeta no tiene una inclinación discernible, una observación sorprendente que se traduce en que, en realidad, todavía no conocemos la verdadera longitud del día en el planeta gigante.
Cassini, que orbita Saturno desde el año 2004, está ahora en la número 15 de las 22 órbitas semanales que pasan a través de la estrecha brecha entre ese mundo y sus anillos. La nave comenzó su etapa final el 26 de abril y continuará sus inmersiones hasta el 15 de septiembre, cuando terminará sus días lanzándose a la atmósfera del planeta.
«Cassini lo está haciendo maravillosamente en la última etapa de su largo viaje», dice Earl Maize, gerente del proyecto en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California. «Sus observaciones continúan sorprendiendo y deleitando mientras exprimimos cada último pedacito de ciencia que podemos conseguir».
Los científicos de la Cassini también están emocionados -y sorprendidos en algunos casos- con las observaciones realizadas por la nave espacial durante su última etapa. «Los datos que estamos viendo de la Gran Final de la Cassini son tan emocionantes como esperábamos, aunque todavía estamos inmersos en el proceso de elaborar lo que nos está diciendo sobre Saturno y sus anillos», dice Linda Spilker, investigadora en el JPL.
Según los datos recogidos por el magnetómetro de Cassini, el campo magnético de Saturno parece sorprendentemente bien alineado con el eje de rotación del planeta. La inclinación es mucho menor que 0,06 grados. Pero esta observación está en desacuerdo con la comprensión teórica de los científicos sobre cómo se generan los campos magnéticos. En teoría, los campos magnéticos planetarios requieren cierto grado de inclinación para sostener las corrientes que fluyen a través del metal líquido dentro de las profundidades de los planetas (en el caso de Saturno, se cree que es hidrógeno metálico líquido). Sin inclinación, las corrientes disminuirían y el campo desaparecería.
Cualquier inclinación del campo magnético haría que la oscilación diaria del interior profundo del planeta fuera observable, revelando así la verdadera longitud del día de Saturno, que hasta ahora ha sido difícil de alcanzar.
«La inclinación parece ser mucho más pequeña de lo que habíamos estimado previamente y bastante desafiante de explicar», dice Michele Dougherty, investigadora del magnetómetro Cassini en el Imperial College de Londres. «Hasta ahora no hemos podido resolver la duración del día en Saturno, pero todavía estamos trabajando en ello».
La falta de inclinación puede eventualmente rectificarse con datos adicionales. Dougherty y su equipo creen que algún aspecto de la atmósfera profunda del planeta podría enmascarar el verdadero campo magnético interno. Los investigadores continuarán recopilando y analizando datos durante el resto de la misión, incluso durante la última inmersión en Saturno.
Los datos del magnetómetro también serán evaluados de acuerdo con las mediciones de Cassini del campo de gravedad de Saturno recogidas durante la Gran Final. El análisis temprano de los datos muestra discrepancias comparadas con partes de los principales modelos del interior de Saturno, lo que sugiere que algo inesperado sobre la estructura del planeta está a la espera de ser descubierto.
Partículas de los anillos
Además de su investigación del interior del planeta, Cassini ha obtenido las primeras muestras de su atmósfera y anillos principales, que prometen nuevos conocimientos sobre su composición y estructura. La nave espacial ha recogido muchas partículas de los anillos de tamaño nanométrico mientras vuela a través de la brecha planetaria, al tiempo que su espectrometro de masas ha olfateado la atmósfera más externa llamada exosfera.
Durante las cinco órbitas finales de la nave espacial, así como en su caída final, el instrumento obtendrá muestras más profundas de la atmósfera. Cassini recorrerá la atmósfera exterior durante estos pasos, y se espera que envíe datos particularmente importantes sobre su composición durante la inmersión final. Además, las cámaras de imagen de Cassini han estado trabajando duro, devolviendo algunas de las imágenes de mayor resolución de los anillos y el planeta que se hayan obtenido jamás.
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