EL PAÍS INTERNACIONAL
Antonia Laborde
El escritor revisó los 1.320 vídeos publicados por el Daesh, que tienen mucho más que ver con los videojuegos populares que con las mezquitas.
Javier Lesaca, autor de 'Armas de seducción masiva'. JAIME VILLANUEVA
El francés Abdelilah Himich es el primer terrorista-youtuber de la historia. En uno de sus tutoriales explica cómo acuchillar a un rehén. No recomienda los cuchillos estilo comando ni los de electricista. “Uno bueno de cocina es la opción más fácil de conseguir. Solo tenemos que procurar que esté bien afilado”, aconseja en francés con subtítulos traducidos al inglés y al árabe. Con un rehén de modelo, explica los puntos más importantes para matar a una persona con un arma blanca: garganta, pecho y vientre. Una vez explicada la teoría, entra en escena un encapuchado que lleva lo aprendido a la práctica con el mismo prisionero que se retuerce de dolor en cámara. La lección siguiente está a cargo de otro social media influencer, Abu Nur al Shami: “Haz una bomba en la cocina de tu madre”.
Estos son dos de los 1.320 vídeos que ha publicado en redes sociales el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) desde el 1 de enero de 2014 hasta el 30 de abril de 2017. Todos estos vídeos, más las campañas en Twitter y el material transmedia —todos los soportes digitales— que ha utilizado el ISIS para propagar su mensaje, han sido estudiados por el escritor español Javier Lesaca, que ha publicado el libro Armas de seducción masiva: La factoría audiovisual de Estado Islámico para fascinar a la generación millennial.
Para Lesaca, el ascenso tan súbito y eficaz que ha tenido el ISIS, con sus "más de 35.000 jóvenes de 100 nacionalidades que han ido a combatir a Irak y Siria en los últimos tres años", se explica por dos razones: La crisis de las instituciones políticas y la democratización de las redes sociales. “Hace cinco años todos los grupos violentos y extremistas totalitarios tenían que pasar sí o sí por los medios de comunicación para hacer llegar su mensaje. Ahora pueden llegar de una forma mucho más personalizada a las audiencias y enfocar el contenido para producir unos cambios de actitud muy determinados”, explica el escritor.
El vídeo con el que el grupo terrorista presentó los atentados de París del 13 de noviembre de 2015 que dejaron 137 muertos y 415 heridos arrancaba igual que la introducción del popular videojuego Call of Duty: Modern Warfare. “Daesh [acrónimo árabe del ISIS] es consciente de que sus audiencias están mucho más familiarizadas con productos de comunicación occidentales que con discursos religiosos”, apunta Lesaca. Por esto es por lo que en muchas de las campañas se pueden reconocer planos de Seven, Black Mirror o The Walking Dead y prácticamente no figuran las mezquitas.
Lesaca se basa el contenido de los vídeos para responder al debate que han encabezado los grandes expertos franceses en yihadismo, Gilles Kepel y Olivier Roy: ¿El islam se radicaliza o los radicales se islamizan? “Si tenemos en cuenta las temáticas que utilizan en los vídeos (australianos cuidando niños en Irak, canadienses narrando que antes pescaban y ahora pueden cargar una Kaláshnikov) es sin ninguna duda el grupo yihadista menos islamista de la historia. En positivo, es el grupo yihadista más nihilista que ha habido hasta ahora. Sabe que tienen mucha más fuerza las imágenes del Call of Dutty que las de un imán en la mezquita. Eso hay que entenderlo a la hora de ganarle en la narrativa”, propone el investigador de Pamplona.
Sin embargo, la cantidad de vídeos y propaganda del ISIS ha bajado considerablemente en el último año. Entre enero y noviembre de 2015 los vídeos publicados mensualmente por el grupo terrorista variaban entre 60 y 80. Desde octubre de 2016 las publicaciones se mantienen estables en diez vídeos al mes. El principal aparato mediático de los terroristas, Al Hayat Media Center, también dejó de publicar la revista Dabiq, un ejemplar que podía hallarse en cualquier librería de Europa o de Estados Unidos, traducida a cinco idiomas. Los reportajes presentaban a los terroristas sonrientes y desafiantes.
Lesaca atribuye el declive de la maquinaria propagandística del yihadismo a dos razones: la pérdida de territorio, lo que “le resta mucha capacidad para mantener una estructura profesional de empresa de comunicación” y la muerte de sus principales líderes de este ámbito.
— ¿Hay que leer esto como que el ISIS se está debilitando?
— No. Este mensaje puede resultar confuso: Daesh, a pesar de haber perdido gran parte de su territorio y de haber perdido líderes, sigue teniendo la habilidad de hacer cinco comunicaciones diarias: newsletter, infografía, reportajes gráficos, audios y una media de 10 vídeos al mes. Está concentrando sus manuales en mensajes mucho más eficaces y mucho más explícitos a la hora de pedir a sus seguidores que no vayan a Irak o Siria sino que se dediquen a hacer atentados en Europa.
En la proyección de Lesaca, el ISIS probablemente pierda lo que le queda de territorio en Irak y Siria este año. “No les es sostenible mantener el Califato físico, pero ha hecho todo lo posible para mantener el virtual. Ahora pueden gestionar esta estrategia de comunicación desde Central Park en Nueva York con un ocultador de IP”, prevé el escritor. Lesaca cree que los llamamientos van a ser mucho más atractivos y explícitos para captar la atención de los potenciales seguidores. El escritor considera que los medios de comunicación tienen un papel clave en romper ese enfoque seductor. “Es importante ponerle nombre a las víctimas, rostro, entrevistar a sus familiares, explicar quiénes eran, por qué los mataron”, detalla Lesaca y agrega: “Y no solo las atrocidades que ocurren en Europa, también lo que está pasando en Irak y Siria”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario