martes, 29 de agosto de 2017

Más de tres años de prisión para el primer condenado en EE UU por el ‘dieselgate’ de Volkswagen .4º ESO Economía

EL PAÍS ECONOMÍA
Sandro Pozzi

James Liang formó parte del núcleo duro de ingenieros que diseñó la trampa electrónica que permitió manipular las emisiones.


James Liang en una imagen de archivo  AP


James Liang, que durante más de tres décadas trabajó como ingeniero para Volkswagen, ha sido condenado este viernes por un tribunal en Detroit a un total de 40 meses de prisión por su papel en el desarrollo del sistema que permitió engañar los controles en las emisiones de vehículos con motores diésel. Además, deberá abonar una multa de 200.000 dólares (167.700 euros). El coste del fraude para el fabricante alemán se estima en unos 25.000 millones de dólares (21.000 millones de euros) en multas y compensaciones a los clientes.
Liang, de 63 años de edad, ya se declaró culpable cuando fue arrestado hace un año y cooperó con la investigación. El juez tomó nota, pero consideró que lamentar lo que hizo no le excusa por su conducta y con su sentencia fue más lejos de lo que había solicitado la fiscalía. La acusación pidió una pena de tres años de prisión y una sanción de 20.000 dólares, diez veces menos de lo que finalmente el juez le ha impuesto.


VW instaló en secreto un sistema informático que era capaz de identificar cuándo el vehículo estaba siendo sometido a las pruebas de emisiones. En ese momento se activaban los controles y el sistema limitaba las emisiones de gases contaminantes hasta dejarlas por debajo de los límites permitidos. En carretera, en cambio, los motores emitían mucho más de lo permitido. Liang se convirtió en el primer acusado al año de destaparse el fraude. Formaba parte del núcleo duro de ingenieros que diseñó la trampa electrónica. Trabajaba para la división en EE UU desde 2008.
A comienzos de mes también admitió su culpabilidad en el fraude Oliver Schmidt, un antiguo ejecutivo de VW que también está implicado en el escándalo de las emisiones. En su caso se enfrenta a siete años de prisión y una multa de 400.000 dólares por conspirar para engañar a los reguladores del medioambiente en Estados Unidos. La sentencia está prevista para el próximo 6 de diciembre.
Hasta la fecha, la justicia estadounidense ha presentado cargos contra ocho empleados de Volkswagen. El fabricante alemán, por su parte, tuvo que admitir también su culpabilidad para poder llegar a un pacto financiero que le permitiera pasar página. El escándalo de las emisiones afectó a cerca de 11 millones de vehículos diésel en todo el mundo, de los que casi 600.000 unidades se vendieron en EE UU.

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