El símbolo matemático de la nada fue empleado por primera vez en el manuscrito indio de Bakhshali, del siglo III, lo que adelanta su aparición en 500 años.
El manuscrito indio de Bakhshali - Universidad de Oxford
El origen del símbolo cero ha sido durante mucho tiempo uno de los mayores misterios matemáticos del mundo. Ahora, científicos de la Universidad de Oxford en Reino Unido creen haberlo descubierto en un famoso texto indio, el manuscrito de Bakhshali. A través de estudios de datación por carbono, han determinado que el escrito, en el que aparecen cientos de ceros, es del siglo III o IV, mucho más antiguo de lo que se creía. El hallazgo adelanta así la aparición de este símbolo de la nada, pilar numérico fundamental, en 500 años.
El concepto del símbolo tal como lo conocemos hoy en día comenzó como un simple punto, que fue ampliamente utilizado como un «marcador de posición» para representar órdenes de magnitud en el antiguo sistema de números indio (Y construir así números más grandes). Hasta ahora, se creía que el primer ejemplo registrado del uso del cero era una inscripción del siglo IX en la pared de un templo en Gwalior, en el estado indio de Madhya Pradesh. Pero el descubrimiento de Bakhshali, conservado en la biblioteca de Bodleian en Oxford desde 1902, parece cambiarlo todo.
Aunque una serie de culturas antiguas, incluyendo los mayas y babilonios, también utilizaron el marcador cero, el uso del punto en el manuscrito Bakhshali es el que finalmente evolucionó en el símbolo que utilizamos hoy en día. India también fue el lugar donde el cero se convirtió en un número por derecho propio.
«Hoy damos por sentado que el concepto de cero se utiliza en todo el mundo y es un elemento clave del mundo digital. Pero la creación de cero como un número, que evolucionó a partir del símbolo de punto que se encuentra en el manuscrito de Bakhshali, fue uno de los mayores avances en la historia de las matemáticas», afirma Marcus du Sautoy, el famoso profesor de la Universidad de Oxford, divulgador y autor superventas. (Lee aquí una entrevista con Marcus du Sautoy). «Ahora sabemos que ya en el siglo III los matemáticos de la India plantaron la semilla de la idea que más tarde se volvería tan fundamental para el mundo moderno. Los hallazgos muestran cuán vibrantes han sido las matemáticas en el subcontinente indio durante siglos», prosigue el científico, muy popular en su país por su programa en la BBC.
70 hojas de corteza de abedul
El manuscrito de Bakhshali fue encontrado en 1881, enterrado en un campo en lo que entonces era un pueblo indio del mismo nombre, ahora en Pakistán. Es ampliamente reconocido como el texto matemático indio más antiguo, aunque la edad exacta del texto ha sido ampliamente disputada. El estudio académico más concluyente sobre el tema fue realizado por el académico japonés Hayashi Takao y, sobre la base de factores como el estilo de escritura y el contenido literario y matemático, afirmó que probablemente databa entre el siglo VIII y el siglo XII . La nueva datación de carbono revela que la razón por la que había sido tan difícil para los eruditos señalar la fecha del manuscrito de Bakhshali es porque el escrito, que consiste en 70 hojas frágiles de corteza de abedul, se compone de material de por lo menos tres períodos diferentes.
«La determinación de la fecha del manuscrito de Bakhshali es de vital importancia para la historia de las matemáticas y el estudio de la temprana cultura del sur de Asia y estos sorprendentes resultados de la investigación atestiguan la rica y antigua tradición científica del subcontinente», opina Richard Ovenden, bibliotecario de Bodley.
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