EL MUNDO Economía
Raquel Villaécija
Las ventas han alcanzado este mes su mejor registro en una década
El incremento de turistas y las altas temperaturas impulsan su consumo
El sector de las bebidas ha disfrutado de su mejor agosto en casi una década. Hasta julio las ventas en las superficies de gran consumo (supermercados e hipermercados) crecieron un 4,9%, hasta alcanzar los 4.378 millones de euros. Se trata de una cifra récord, superior incluso a la registrada en 2008, antes de la crisis, cuando el sector avanzó un 3,6%, según datos facilitados a este periódico por la consultora Nielsen.
El de las bebidas «es uno de los mercados más volátiles dentro del gran consumo, es muy estacional y está muy sujeto a la temperatura y a la evolución de la economía del país», explica Asís González de Castejón, experto en tendencias de consumo de la consultora Nielsen.
Entre 2011 y 2014, durante la crisis, las ventas se resintieron, llegando incluso a ceder un 0,8%. «Llegó a ser uno de los sectores del gran consumo que más bajó», señala Castejón. A partir de 2015 se recuperó y este verano ha registrado un alza sin precedentes, gracias al récord del turismo y a las altas temperaturas.
Ha sido, de hecho, el sector que más se ha disparado, por encima del de alimentación (2,9%, hasta los 18.000 millones de euros), o el de droguería y perfumería (1,7%, hasta los 5.939 millones). La alimentación es el segmento que más peso tiene dentro del mercado del gran consumo. Representa un 63% del total de las ventas en supermercados e hipermercados. El de bebidas acapara el 15% de la tarta y el de droguería, un 20%. Por eso, esta cifra de ventas de bebidas «es, si cabe, más llamativo, pues es el sector con menos peso dentro de la facturación de las tiendas y cadenas de alimentación», dice el especialista de Nielsen.
Como ilustra otro experto en distribución, «el calentamiento global está favoreciendo la economía española, pues hace mejor tiempo, llegan más turistas y se bebe más». Para Castejón, el incremento de plataformas como Airbnb también ha favorecido este crecimiento, pues «cuando alquilas un apartamento para pasar unos días de vacaciones lo primero que haces es ir al súper a comprar bebidas», dice.
La consultora tiene medido cuánto bebemos de más en función del calor. Cada grado de temperatura ingerimos un porcentaje concreto de litros extra hasta un tope: cuando alcanzamos los 38 grados «el consumo ya no crece, porque la gente deja de salir de casa».
Dentro de los tipos de bebida, las que más se dispararon hasta junio fueron los zumos y las aguas embotelladas, con alzas acumuladas en lo que va de año del 13% y del 8,7%, respectivamente. Las cervezas se vendieron un 7% y los vinos, un 6,1%. Se trata de las bebidas «más asociadas a lo natural, lo saludable», explican fuentes del sector.
Por el contrario, registran incrementos más limitados las bebidas alcohólicas de alta graduación (2,3%) y los refrescos. Estos últimos están siendo sustituidos por «otro tipo de productos con una imagen más saludable, supuestamente con menos azúcares y gas y bajos en calorías», destaca un experto. De ahí que estén creciendo tanto las aguas y las cervezas sin alcohol.
En este buen agosto del sector también está influyendo mucho «lo bien que lo están haciendo las cerveceras, que han sabido innovar y adaptarse a los nuevos tiempos, lanzando productos 0%, cervezas isotónicas o apostando por las artesanas», dicen en Nielsen. También, explica González de Castejón, está creciendo el consumo de vino de calidad.
Las previsiones de cara a lo que queda de año son positivas, pues aunque el pico de consumo se da sobre todo en verano, que es cuando hace más calor, «también incrementa en Navidad, sobre todo los vinos y espirituosos».
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