Rosalía Sánchez
El fabricante dedicará hasta 44.000 millones de euros al e-auto, incluyendo avances en la digitalización del automóvil, la conducción autónoma y los servicios de nueva movilidad.
Herbert Diess es CEO de Volkswagen desde hace poco más de medio año - REUTERS
El objetivo es aumentar el número de modelos eléctricos a disposición del comprador, desde los seis actuales, a más de 50 antes de 2025. Para ello Volkswagen ha anunciado que invertirá 44.000 millones de euros en el e-auto, que incluye avances también en digitalización del automóvil, conducción autónoma y servicios de nueva movilidad hasta 2023, fecha en la que espera estar en condiciones de producir coches eléctricos en masa. El consejero delegado, Herbert Diess, que lleva apenas medio año al frente de la alemana, ha obtenido este viernes el visto bueno del consejo de vigilancia para un nuevo impulso de inversiones con el que espera superar definitivamente la crisis del diésel y enfocar a la empresa hacia el coche del siglo XXI. En solo cinco años, sus cadenas de montaje no se parecerán en absoluto a las que funcionan ahora.
Al coche eléctrico dedicará 30.000 millones, 10.000 millones más que los anunciados a finales de 2017 cuando esbozó por primera vez su cambio de modelo ante analistas. El presidente Hans Dieter Poetsch ha expuesto en una conferencia de prensa que los planes de la compañía para los próximos cinco años harán de Volkswagen «un proveedor mundial de movilidad sostenible» y ha avanzado las intenciones de la directiva de transformar tres de sus plantas alemanas de combustión para la producción de automóviles con batería, alejándose definitivamente de la producción de motores diésel. Asimismo, informaba que prevé elevar la productividad de sus plantas en un 30% para 2025, construyendo más vehículos de diferentes marcas en las mismas líneas de producción.
Volkswagen ya está construyendo la mayor fábrica de vehículos eléctricos del grupo en Zwickau, en el este de Alemania, de la que saldrán hasta 330.000 modelos eléctricos anuales. Para ello está transformando la fábrica de vehículos con motor, en la que se venían produciendo el Golf y el Golf Estate de combustión, en una factoría exclusivamente de movilidad eléctrica. A partir de 2021 seis modelos eléctricos de tres marcas del grupo Volkswagen se producirán en esta fábrica, que el responsable de Movilidad Eléctrica de VW, Thomas Ulbrich, ha considerado «el gran inicio de la producción del ID.1, una nueva era para la compañía comparable con el primer Beatle o el primer Golf». «El objetivo inmediato», ha precisado Ulbrich, «es sacar la movilidad eléctrica de su nicho y hacer asequible el automóvil eléctrico para millones de personas, de forma que podamos producirlo en masa».
Posible entente con Ford
La directiva de Volkswagen anuncia además que está trabajando para situar su ratio de inversión de capital y de investigación y desarrollo en la cifra «competitiva» del 6% para 2020, con un objetivo de 'cash flow' de 10.000 millones de euros para 2020 y con un impacto de la crisis del diésel todavía entre 2019 y 2020. Para muchos resulta difícil prever que Volkswagen pueda superar en solitario las consecuencias de la estafa de los motores diésel y en Frankfurt circulan rumores sobre una posible alianza industrial con el fabricante estadounidense Ford, conversaciones que según han reconocido sus responsables, están avanzando «positivamente». Las dos empresas se complementan entre ellas muy bien en términos de productos y regiones.
«El desarrollo conjunto y la producción de una gama de vehículos comerciales ligeros está en el eje de esta cooperación», han reconocido. La alemana espera registrar las significativas sinergias derivadas de esta colaboración, aunque sus directivos indican que ambas compañías siguen siendo competidoras en el mercado, ya que dicha alianza no afecta a lo comercial, el marketing ni la estrategia de precios. Dentro de estas conversaciones, se están estudiando nuevos campos de cooperación que «todavía están siendo identificados».
El consejo de vigilancia del consorcio, por lo demás, ha decidido que Diess asuma, junto con sus actuales responsabilidades, la dirección sobre la división de la compañía en China, con el fin de poner de manifiesto la relevancia que tiene esta región para compañía. De este modo, Volkswagen espera aprovechar al completo la rapidez del desarrollo tecnológico en el país oriental y el hecho de que China establece las bases mundiales en las áreas de la movilidad eléctrica, la conexión del automóvil a internet, la conducción autónoma y la movilidad compartida, por lo que la empresa considera necesaria una atención directa e intensiva del presidente del grupo en el futuro.
«Volkswagen no es la única compañía automovilística que se mueve en este sentido», ha dicho Siess, «pero desea ser la primera en llegar en esta carrera decisiva. Las principales compañías de automóviles están aumentando su apuesta por los eléctricos para competir con Tesla. Y en Europa, los fabricantes necesitan vehículos que funcionen con baterías para cumplir con los límites más duros de las emisiones de dióxido de carbono de 2021, mientras que en este momento, los eléctricos siguen siendo solo un nicho de mercado».
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