Manuel V. Gómez
El paro registrado aumentó el mes pasado en 52.195 personas, 5.000 menos que en el mismo periodo de 2017.
Oficina de empleo en Madrid. JAIME VILLANUEVA | ATLAS
La Seguridad Social vuelve a acercarse a los 19 millones de afiliados. Cerró el mes pasado con 18,99 millones de trabajadores tras ganar 130.360 afiliados, el mejor dato para un mes de octubre. Menos buena es la cifra de paro registrado, que también aumentó el mes pasado: fueron 52.195 personas más inscritas en las oficinas públicas de empleo, según los datos divulgados este lunes por el Ministerio de Trabajo.
Aunque parece contradictorio, los datos de empleo y paro no tienen por qué ir de la mano. Es decir, si sube la afiliación es lógico que baje el paro, sin embargo, hay factores que pueden hacer que esto no sea así. Uno de ellos es la población activa, las personas en edad y disposición de trabajar o con trabajo. Si este grupo crece mucho, puede darse el caso de que se cree empleo, pero no suficiente como para absorberlo todo ese crecimiento y, entonces, también aumenta el paro.
La ganancia de afiliación de la Seguridad Social apunta levemente en una dirección: el mercado laboral vuelve a coger tracción. Había perdido algo de fuerza en verano. Crecía bastante la afiliación, pero un poco menos del 3% al año. Perdió esa cuota en julio por primera vez desde 2016 y se quedó ahí en agosto y septiembre. Pero en octubre ha vuelto a subir. En 12 meses hay un 3,05% más de afiliados que en el mismo mes del año anterior.
En lo que va de año, la Seguridad Social ha crecido en 562.544 afiliados. Todavía es pronto para saber si 2018 acabará con un incremento de cotizantes por encima del medio millón. Noviembre y diciembre no son de los mejores meses para el mercado laboral. No obstante, si se mantuviera este ritmo España encadenaría cuatro años ganando afiliados por encima de ese guarismo.
Buena parte de este comportamiento positivo del empleo llega por el empuje de la contratación de asalariados. En el último año, el régimen general ha ganado un 3,75% de cotizantes y ya acumula un total de 15,66 millones de trabajadores.
En ese régimen, destaca el aumento de afiliados en la educación. En un solo mes ha ganado casi 150.000 afiliados, un aumento cercano al 20%. Es habitual en esta actividad que cuando comience el verano se despida a profesores interinos, tanto en el sector privado como en el público, y que vuelvan a contratarlos en septiembre y, sobre todo, en octubre, cuando comienza el curso escolar con todo vigor. Tanto es así que el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, ya ha advertido en varias ocasiones que va a trabajar junto a la Inspección de Trabajo para ver si estos vaivenes masivos están justificados y si no lo están aplicar las correspondientes sanciones.
Junto a la educación, aunque a mucha distancia, está la construcción, las actividades artísticas o recreativas y la administración pública, todas con subidas por debajo del 20%.
Frente a estas ganancias aparecen las pérdidas de la hostelería, de la sanidad y de las actividades administrativas y de servicios auxiliares. La actividad de estas tres ramas, especialmente la primera, crece mucho durante el verano por el turismo y cuando acaba la temporada alta reduce la mano de obra que emplea.
Datos de paro
Del lado del paro, el dato de octubre no es bueno, puesto que ha supuesto un aumento de personas buscando un trabajo. Sin embargo, la cifra de 52.000 parados más del mes pasado es algo inferior a la del mismo mes de 2017. La cifra total queda ahora en 3,2 millones. Este dato no tiene por qué coincidir con el que se conoció hace un par de semanas procedente de la encuesta de población activa (EPA), 3,3 millones. Esto se debe a que su procedencia es distinta. El primero sale del registro de las oficinas públicas de empleo, en las que se inscriben los desempleados que tienen la obligación de hacerlo o los que solicitan sus servicios (cursos de formación, ayuda en la búsqueda de una ocupación). En cambio, el segundo lo calcula el Instituto Nacional de Estadística y lo extrae de la EPA, en la que se analiza a toda la población activa, esté o no registrada en las oficinas públicas de empleo. Por eso, es mucho más preciso —y usado por la comunidad científica— el último dato.
Las cifras del paro registrado también muestran que todavía hay consecuencias graves de la crisis y las recesiones recientes (2008-09 y 2011-13). Se ve con claridad en el nivel de cobertura, que está en el 56%.
Otro punto en el que se ve esas heridas es en la calidad del empleo. Eso se observa con los datos conocidos este lunes en la contratación. De nuevo, el número de contratos firmados en octubre vuelve a crecer por encima del 10% sobre el mismo mes del año anterior. Además, se superaron los dos millones de contratos firmados por cuarta vez en 2018. Esto es un síntoma claro de que la rotación en el empleo sigue siendo alta, ya que solo algo más del 9% de estos contratos fueron indefinidos y, además, cuando estos lo son, como han demostrado investigaciones económicas recientes, no garantizan la estabilidad.
Con todo, es cierto que la cifra de contratación tiene esta vez una lectura positiva, paralela a la que muestra la afiliación. El mercado laboral en octubre ha mostrado un vigor inesperado. En los últimos meses, el número de contratos firmados mostraba cierta atonía si se comparaba con la evolución de los ejercicios anteriores. El dato de octubre evidencia, junto con el sorprendente aumento de la afiliación, una aceleración.
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