Científicos han averiguado que desconocen el mecanismo que genera estos fenómenos.
Una aurora en la región polar de Júpiter - NASA
La misión Juno, de la NASA, ya ha revelado el sorprendente comportamiento de las tormentas y el campo magnético del gigantesco planeta Júpiter, pero ha vuelto a dar una sorpresa. Los científicos han estudiado las auroras aparecidas en las regiones polares del planeta y generadas por cantidades masivas de energía, pero han descubierto que son generadas por un mecanismo desconocido, no similar al ocurrido con las auroras terrestres. Sus conclusiones han sido publicadas recientemente en la revista Nature.
Los datos han mostrado huellas de poderosas diferencias de potencial alineadas con el campo magnético de Júpiter, capaces de acelerar los electrones hacia la atmósfera y de alcanzar energías de 400.000 electronvoltios, tal como ha informado la NASA en un comunicado. Esto es entre 10 y 30 veces mayor que las mayores diferencias de potencial alcanzadas en las auroras más intensas de la Tierra.
Para llegar a estas conclusiones, un equipo dirigido por Barry Mauk, investigador en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos, examinó los datos recogidos por el espectrógrafo y el detector de partículas energéticas de a bordo de la sonda Juno.
Júpiter es el mayor planeta del Sistema Solar y tiene las auroras más intensas, así que los investigadores no se sorprendieron por la magnitud de estas diferencias de potencial. Lo que les ha sorprendido, sin embargo, es que estos no siempre están presentes cuando en Júpiter aparecen las auroras. De hecho, los investigadores creen que estos potenciales no son la fuente de las auroras más intensas, tal como ocurre en la Tierra.
Un mecanismo desconocido
«En Júpiter, las auroras más brillantes son causadas por algún tipo de fenómeno de aceleración turbulenta que no entendemos demasiado bien», ha dicho Mauk, el investigador que dirige el instrumento (JEDI), de «Jupiter Energetic Particle Detector Instrument» o Instrumento Detector de Partículas Energéticas de Júpiter. «Hay pruebas en nuestros últimos datos que indican que, a medida que la densidad de energía de la generación de las auroras se hace más y más fuerte, el proceso se vuelve inestable y un nuevo fenómeno de aceleración se impone. Pero aún estamos investigando los datos».
Al igual que los otros planetas del Sistema Solar, Júpiter es un laboratorio de física donde los científicos pueden observar fenómenos extremos. En el caso de este planeta, se cree que su capacidad para acelerar partículas energéticas hasta altas velocidades puede ayudar a entender cómo hacen esto otro tipo de objetos. Y también tiene aplicaciones más prácticas.
Por ejemplo, se sabe que Júpiter está rodeado por un cinturón de radiación tan intensa que reduce la duración de las naves espaciales y supone un auténtico reto. Estudiarlo es una forma de prepararse para diseñar naves más resistentes y aprender a proteger a los astronautas, sobre todo si se compara con el cinturón de radiación que rodea a la Tierra, el cinturón de Van Allen.
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