Moncho Veloso
El banco niega en una comunicación remitida a la CNMV tener constancia de tal interés u operación - ABC
Las antiguas cajas de ahorros medianas comienzan a moverse y tomar posiciones de cara al proceso de concentración que se avecina en este segmento del mapa bancario español. Abanca vuelve a intentar comprar Liberbank y ayer lanzó formalmente una oferta de 1.700 millones de euros por la entidad formada por las viejas Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura. Las acciones de Liberbank, que asegura que continúa negociando su absorción por Unicaja, se dispararon ayer en Bolsa un 19,90%.
La oferta obligó a la CNMV a suspender cautalermente a primera hora de la mañana de ayer la cotización de Liberbank a la espera de que ambos bancos facilitasen más información. Liberbank dijo que hasta el momento no había recibido ninguna oferta y que no estaba negociando nada más que su integración con Unicaja.
Sin embargo, Abanca confirmó primero conversaciones con los principales accionistas de Liberbank y, después, envió una carta formal al consejo de administración de la entidad dirigida por Manuel Menéndez en la que formalizó la oferta, la detalló y pidió a Liberbank que se pronuncie antes del próximo 1 de marzo.
La entidad controlada por el venezolano Juan Carlos Escotet ofrece a los accionistas de Liberbank 0,56 euros por título, lo que supone una prima del 44% o 0,17 céntimos respecto a los 0,39 euros en que las acciones cerraron la sesión el pasado jueves. Abanca pagaría en efectivo acciones por una cuantía equivalente a al 75% del capital social de Liberank como máximo, lo que supone unos 1.300 millones. El resto, lo abonaría mediante un canje de acciones dirigido solo a accionistas titulares de entre un 25% y un 45% del banco.
Oferta a las cajas
Ese canje se dirige a los accionistas históricos de Liberbank, esto es, a las fundaciones bancarias de Cajastur, que tiene el 24,31% del capital social; Caja Cantabria (3,361%) y Caja Extremadura (4,805%), que entre las tres suman el 32,47%. Otros accionistas de referencia son el fondo de inversión Oceanwood (16,742%) y la familia Masaveu (5,52%).
Con esto Abanca busca convencer a esos accionistas, ya el canje permitiría a las cajas seguir en capital del futuro banco y en el consejo. Eso sí, la entidad gallega, que para su rescate recibió 9.052 millones en ayudas públicas y Escotet la compró al Estado en 2013 por 1.003, condiciona la operación a que «Abanca alcance la mayoría del capital social de Liberbank tras la liquidación de la oferta».
Abanca, que no cotiza en Bolsa, excluiría del mercado a Liberbank durante la integración de ambas entidades. Completada esa fase, la intención del grupo gallego es sacar el banco resultante de nuevo a Bolsa «en el momento en el que lo aconsejen las condiciones de mercado».
La oferta llega a la sede de Liberbank justo cuando está negociando su integración en Unicaja. De hecho, está previsto que a final de mes cada banco termine de hacer la «due diligence» del otro para establecer la ecuación de canje de la operación. Abanca añadió ayer que, en caso de recibir el visto bueno de Liberbank a su oferta, hará también sus análisis y se compromete a terminarlos en unas tres semanas.
Con esa oferta Abanca parece querer adelantarse a Unicaja para poder liderar una operación corporativa en la está en juego la sexta posición del ranking bancario español. Abanca y Liberbank sumarían 90.209 millones en activos, 1.309 oficinas y 8.589 empleados.
Las viejas Caixa Galicia, Caixanova y Cajastur ya negociaron en 2009, en la época de las fusiones frías, integrarse, proyecto que no prosperó. Luego, Escotet, que está en posición compradora -viene de adquirir Deutsche Bank en Portugal-, se acercó de nuevo, aunque sin éxito, a Liberbank, para crear un grupo fuerte en la cornisa cantábrica, León, Extremadura y Castilla-La Mancha. Ahora vuelve intentarlo, pero con un oferta en firme.
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