Natalia Sancha
En los ocho años de conflicto, solo se conocían sus visitas oficiales a Rusia.
IRN01. TEHERÁN (IRÁN), 25/02/2019.- El líder supremo de Irán, Alí Jameneí (d), recibe al presidente sirio, Bachar el Asad, este lunes en Teherán. EFE
Bachar el Asad viajó este lunes a Teherán en su primera visita a la capital iraní en los ocho años de contienda siria. Una instantánea difundida en las redes sociales selló el histórico momento en el que el presidente sirio y el líder supremo iraní, Alí Jamenei, se funden en un afectuoso saludo. El Asad se reunió además con su homólogo iraní, Hasan Rohaní, en un encuentro al que asistió el general Qassem Suleimani, al mando de la Guardia Revolucionaria. El ministro de exteriores iraní, Javad Zarif, no estuvo presente el en encuentro pero revolucionó a su vez las redes sociales cuando en la noche del lunes presentó su dimisión mediante un mensaje en su cuenta de Instagram.
Irán se convierte así en el segundo país aliado al que se desplaza El Asad, tras haber acudido a varios encuentros en Rusia con el presidente Vladímir Putin. El líder sirio es deudor de ambos ejércitos por las victorias militares infligidas al bando insurrecto durante la guerra. Irán salvó a Damasco en 2012 poniendo las botas sobre el terreno. Rusia lo hizo en 2015, por aire. Damasco intenta salir del ostracismo político, ahora que las tropas regulares sirias controlan el 65% del territorio nacional y conforme varios países del Golfo anuncian la reapertura de sus embajadas en la capital Siria.
“Simbólica y visualmente este encuentro supone un aplauso victorioso para Irán”, opina desde EE UU Joshua Landis, director del centro de estudios de Oriente Próximo de la Universidad de Oklahoma. “Irán acaba de anunciar la construcción de 200.000 viviendas en Damasco y El Assad necesita todo el apoyo que pueda obtener de Irán para reconstruir el país”, añade. Las economías de ambos países están sufriendo estragos como consecuencia de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos.
Algo que puede mermar el apoyo iraní a la reconstrucción de Siria, pues más allá de la política y el despliegue militar, Teherán ha desembolsado 88.000 millones de euros en el país árabe durante la contienda, según las cifras que barajan los expertos. El pasado mes de enero, ambos países firmaron 11 acuerdos y memorandos de entendimiento incluido un acuerdo de “cooperación económica estratégica a largo plazo”. Por su parte, la Unión Europea ha condicionado toda participación en la reconstrucción siria a una reforma política. El Banco Mundial cifra en más de 300.000 millones de euros la factura económica de la guerra.
Durante el encuentro, Jamenei calificó a El Assad de "héroe del mundo árabe" al que reiteró “la alianza estratégica que comparten ambos países” para más tarde recalcar el apoyo mutuo a la hora de “combatir el terrorismo” y resistir “los designios de EE UU y Occidente en la región”, informó la agencia nacional de noticias, Tasmin. Por su parte, el presidente sirio felicitó a Jamenei con ocasión del 40º aniversario de la revolución islámica y agradeció “todo lo que el pueblo y los líderes iraníes han ofrecido a Siria durante la guerra”, según un comunicado difundido por la agencia estatal siria de noticias, Sana.
En el campo de batalla y desde 2012, Teherán ha desplegado a 3.000 miembros de la Guardia Revolucionaria y a unos 30.000 combatientes paquistaníes, iraquíes y afganos junto con 8.000 de la milicia chií libanesa Hezbolá. Un refuerzo destinado a respaldar en tierra a las tropas regulares sirias, entonces faltas de efectivos. “Irán ha pasado de tener cero bases militares en Siria antes de la guerra a establecer 10 propias, otras nueve afiliadas y 13 para Hezbolá”, calcula el experto Nawar Oliver del centro de estudios Omran de Estambul.
La contienda ha reforzado la alianza entre ambos países al igual que ocurriera tres décadas atrás con la guerra de ocho años que libraron Irán e Irak (1980-1988) y en la que Hafez el Assad se posicionó del lado del bando iraní. No obstante, también ha provocado algunos roces con Teherán al imponerse Moscú como principal mediador entre la media docena de actores regionales e internacionales presentes en suelo sirio.
Milicianos de Hezbolá en Beirut aseguran que Moscú “ha forzado la retirada de efectivos proiraníes del sur de Siria” para satisfacer las demandas de su también aliado israelí, provocando con ello “ciertas tiranteces entre Damasco y Teherán”. “La visita de hoy es, indirectamente, un guiño de Teherán a la competición que vive con Moscú, pero también a [Benjamín] Netanyahu, a quien reitera que está dispuesto a dominar el norte del Levante desde Beirut a Teherán pasando por Damasco y Bagdad”, valora Landis. El viaje de El Assad precede al que Netanyahu tiene previsto este martes a Rusia precisamente para debatir con Putin el rol de Irán en Siria.
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