Olga R. Sanmartín
L. Carnicero (Seat), A. Mª de la Fuente (Unicaja), F. Belil (F. Bertelsmann), P. Barba (Telefónica), A. Mir (Xabec) y E. Nogueiro (Magisnet), en el foro de EL MUNDO ALBERTO DI LOLLI
- Denuncian la "rigidez" y "lentitud" del modelo en un encuentro organizado por EL MUNDO.
Por culpa de la burocracia, el Gobierno de Castilla y León se ha encontrado con todo tipo de trabas para sacar adelante un nuevo título de Formación Profesional (FP) de Emergencias y Protección Civil. Primero no valía su denominación, después no cuadraban los lugares elegidos para impartir la formación práctica. Cuando por fin se ubicaron en el Parque de Bomberos de Salamanca, la normativa impedía contratar a los profesionales que allí trabajaban para que dieran clase a los alumnos. Tuvieron que sortear miles de impedimentos hasta que lograron ponerlo en marcha.
Lo contaba ayer Agustín Sigüenza, director general de FP y Enseñanzas de Régimen Especial de la Junta de Castilla y León, para denunciar la «rigidez» que tiene la FP dual en España, una barrera que, sumada a la abundante y enrevesada maraña legislativa que varía por comunidades autónomas, está impidiendo que se asiente este modelo que alterna formación en la empresa y formación en el centro educativo.
Sigüenza era uno de los ponentes del II Encuentro FP Dual. Claves y propuestas para una consolidación definitiva, organizado por EL MUNDO con el apoyo de Seat y Unicaja Banco y la colaboración de Naturgy y de la Fundación Bertelsmann. Pero el resto de los participantes suscribió sus palabras, una por una, en vísperas de la previsible aprobación por parte del Consejo de Ministros de una nueva ley de FP que desarrollará un nuevo modelo dual. El último decreto es de 2012.
Representantes de las consejerías educativas de la Comunidad de Madrid y Galicia, así como la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE),consideraron que «hay que hacer una revisión profunda de todo el sistema». ¿Por qué?
Burocracia y disparidad autonómica
Primero, por el papeleo. «La Administración que tenemos es del siglo XIX», recalcó Sigüenza. «Hay que simplificar los procesos y dotarlos de mayor flexibilidad».
Después, por la disparidad autonómica. «¿Por qué tenemos currículos diferentes en Galicia y en Andalucía cuando hablamos de profesiones globalizadas?», se preguntó Manuel Corredoira, director general de Educación, FP e Innovación Educativa de la Xunta de Galicia.
Asentía Juan Carlos Tejeda, director de Formación de la CEOE, que contó que «las grandes empresas tienen problemas para participar en FP dual en función de las comunidades autónomas» y consideró que «se requiere una normativa estatal que ponga cierto orden» entre «17 modelos distintos».
También habrá que trabajar para erradicar la «lentitud» de todo el proceso. Sigüenza vio «de locos» y nada «razonable» que transcurra tanto tiempo desde que se detecta un nuevo perfil laboral hasta que el alumno se matricula en el nuevo título.
Guadalupe Bragado, directora general de FP y Enseñanzas de Régimen Especial de la Comunidad de Madrid, responsabilizó directamente al Ministerio de Educación, que, a través del Instituto Nacional de las Cualificaciones, es quien se encarga de identificar las nuevas necesidades del mercado laboral y redacta los decretos que dan lugar a los nuevos títulos. «La Administración central sigue siendo demasiado lenta en el diseño y creación de las titulaciones», denunció. Este problema lo ha reconocido la propia ministra, Isabel Celaá, que ha prometido corregirlo.
Por culpa de esta dilación, existe «una gran distancia entre los títulos existentes y lo que realmente demanda el mercado de trabajo», añadió Bragado, que recordó que actualmente existen títulos que datan de los tiempos de la Logse, que es de 1990. «Si no aligeramos el equipaje, la FP no despega», advirtió, instando al Gobierno a librarse de «ataduras».
Además hay que arreglar, coincidieron los asistentes, las «desavenencias» que existen entre los ministerios de Educación y Empleo, que «generan un tapón», en palabras de Bragado, «porque no se complementan entre ellos», lo que impide que el sistema este integrado.
Si la FP dual tiene tanto éxito en Alemania es precisamente por el constante diálogo que mantienen el sistema educativo y el mercado laboral. En España falla la corresponsabilidad entre las empresas y los centros educativos. Es verdad que los tejidos productivos de ambos países no se pueden comparar. Pero allí casi el 60% de los estudiantes elige esta vía formativa, que sólo escoge aquí un 3% de los alumnos.
Una opción de futuro
Francisco Belil, vicepresidente de la Fundación Bertelsmann, advirtió que «tenemos encima de la mesa varios puntos que hay que mejorar sí o sí, porque en el siglo XXI no podemos continuar sin que cambie nada».
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que, en 2020, dos tercios del crecimiento del empleo lo ocuparán los titulados en FP. En un contexto en el que tres de cada 10 menores de 25 años están desempleados y con España perdiendo posiciones en los índices de competitividad, innovación y capital humano, los asistentes presentaron el modelo dual como una solución porque la formación es mucho más práctica y los perfiles se adecuan mejor a las necesidades de la empresa.
Esa es la razón de que, al final, buena parte de los alumnos sean contratados por la empresa que les dio formación. La inserción laboral de los estudiantes es del 74% y, en regiones como Galicia, supera el 90%. «Y quien no se queda a trabajar es porque no quiere», aseguró Corredoira.
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