Francisco Chacón
¿Se justifica así que Portugal ignore a Elcano en las conmemoraciones del 500 aniversario? La respuesta es claramente negativa, pero lo cierto es que el país vecino continúa arrogándose el derecho de monopolizar la efeméride ante el silencio de España.
Juan Sebastián Elcano (¿el forajido?) y su tripulación a su llegada a Sevilla tras completar la vuelta al mundo (Cuadro de Elías Salaverría) - Museo Naval
«Juan Sebastián Elcano completó la vuelta al mundo ilegalmente». Las palabras del historiador portugués José Manuel Garcia sorprenden por su contundente etnocentrismo. Según él, los españoles se «desesperaron» cuando Fernando de Magallanes murió antes de emprender el camino de vuelta y tuvieron que recurrir a la solución de acogerse a la propuesta lusa de retornar por el Cabo de Buena Esperanza. «Fue una cosa de circunstancias», concluyó el polémico intelectual.
¿Se justifica así que Portugal ignore a Elcano en las conmemoraciones del 500 aniversario? La respuesta es claramente negativa, pero lo cierto es que el país vecino continúa arrogándose el derecho de monopolizar la efeméride.
Silencio en España
De momento, España no ha reaccionado ni protestado de manera oficial, a pesar de que numerosos historiadores y expertos no dejan de manifestar su descontento por la falta de acción diplomática en este sentido. El Gobierno de Pedro Sánchez ha de tomar cartas en el asunto, señalan en diversos foros.
Para echar más leña al fuego, el primer ministro portugués, el socialista António Costa, no contribuye precisamente a apaciguar los ánimos con el artículo que acaba de publicar en «Le Monde Diplomatique», en el que asegura: «El año 2019 nos dará una oportunidad única para celebrar dichos vínculos [los de los países iberoamericanos], en el marco del Programa de Conmemoraciones del V Centenario de la Circunnavegación al mando del portugués Fernando de Magallanes (2019-2022), navegante que enlazó a nuestros dos continentes y a sus dos océanos, dejando su nombre en la geografía de lugares y el legado de la apertura del mundo al conocimiento mutuo».
Es decir, de nuevo brilla por su ausencia cualquier mención a Elcano, para más inri en una revista que es suplemento de la Secretaría General Iberoamericana, pagada con dinero de España, aunque no se olvida del discurso genérico: «Lo que hoy tenemos no es un encuentro entre dos mundos. No es un mundo nuevo que se encuentra con el antiguo, sino países iberoamericanos que buscan juntos nuevos mundos de conocimiento, de desarrollo, de reducción de la desigualdad social, de concertación política y diplomática. Hoy tenemos nuevos mundos a ambos lados del Atlántico, dos lenguas en una sola orilla».
Además, está previsto que Portugal acuñe 770.000 monedas conmemorativas de dos euros con la inscripción «Circunnavegación 1519 Fernao de Magalhaes». El «desliz» portugués contrasta totalmente con los planes anunciados por el Ayuntamiento de Sevilla en la reciente edición de Fitur, pues las autoridades presentaron el «año Magallanes y Elcano».
La controversia hunde sus raíces en el quinto centenario de la primera vuelta al mundo, entre el 20 de septiembre de 1519 y el 6 de septiembre de 1522. Por tanto, debe arrancar en este 2019 y España no parece mostrar oficialmente una preocupación específica en este sentido. Todas las miradas, en consecuencia, se depositan en el Gobierno y la ineficacia diplomática, que se suma a otras renuncias como la del ministro de Cultura, José Guirao, a conmemorar la llegada de Cortés a México también en 1519.
Portugal, por contra, se afanó en sacar adelante la Ruta Magallanes como Patrimonio de la Humanidad reconocido por la Unesco, aunque la expedición de Magallanes y Elcano fue financiada por la Corona española. Además, partió de Sanlúcar de Barrameda y finalizó en la misma localidad gaditana.
Ni rastro de Elcano en los documentos oficiales presentados por el Gobierno del país vecino, o mejor dicho sí, pero solo para citar que comandó el viaje de regreso porque el navegante luso había fallecido en Filipinas un año antes. Nada más. De entrada ni se planteó a la Unesco un reconocimiento conjunto que contemple tanto a España como a Portugal en armonía. Después del escándalo, los ministros de ambos países aseguraron que solicitarán a la Unesco el reconocimiento de la ruta a medias.
«¿A medias?», critican reconocidos diplomáticos que piden permanecer en el anonimato. Hay una ironía incomprensible en que para ellos atenta contra la memoria de aquellos marinos que sirvieron al Rey de España, pereciendo muchos de ellos en la travesía, y que afectaría muy negativamente a los intereses y a la dignidad de nuestro país». Presa de esa sensación de abandono comentan con desesperación: «La articulación hoy de una conmemoración “hispano-portuguesa” de la primera vuelta al mundo equivaldría a haber celebrado en 1992 una conmemoración “hispano-genovesa” o “hispano-italiana” del Descubrimiento de América. Con la importante diferencia de que ni Génova ni Italia trataron de abortar o destruir la expedición comandada por el también extranjero Cristóbal Colón.
Parlamento
Tampoco se entiende en el Parlamento esta dimisión de las responsabilidades de un gobierno con su historia. La presidenta de la Comisión de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, afirma a ABC que «cuando un país renuncia a su historia se la apropian otros y hemos dado demasiado tiempo la espalda a hechos que en cualquier otro país constituyen motivo de orgullo y recuerdo». La diputada de Ciudadanos es crítica: «Los gobiernos sucesivos no han trabajado bien y no se han anticipado como Portugal, así España pierde otra oportunidad. Es lo que hace este Gobierno, sea en el reconocimiento de Guaidó o en esto, perder oportunidades».
La diputada considera que la estructura diplomática española es envidiable, «y no se aprovecha, como demuestra el caso Elcano o las estatuas de Colón retiradas en Los Ángeles, por no hablar del abandono del galeón San José».
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