domingo, 8 de septiembre de 2019

El mayor trauma de Napoleón: el agónico asesinato de su gran amigo por los rusos. 3º ESO

ABC HISTORIA

Encuentran los posibles restos del general francés Charles-Étienne Gudin, el oficial favorito del «Pequeño Corso», en la ciudad de Smolensk.


El general Charles-Étienne Gudin


La agencia de noticias británica Reuters informaba hace unos días sobre el descubrimiento por un equipo de arqueólogos franceses y rusos, de los posibles restos del general Charles-Étienne Gudin, uno de los comandantes favoritos del emperador Napoleón. La excavación tuvo lugar el pasado 6 de julio, en la ciudad rusa de Smolensk, a casi 400 kilómetros de Moscú.
Gudin murió la campaña militar rusa que llevó a cabo Napoleón en 1812, tras recibir una bala de cañón en la batalla de Valoutino, en agosto de ese mismo año. Aunque su muerte se dio días más tarde en Smolensk, lugar donde ha sido encontrada su tumba.
Para comprobar si los elementos hallados corresponden a este general, el arqueólogo responsable de la excavación, Pierre Malinovsky, ha asegurado que se realizará una prueba de ADN con un descendiente directo. En el caso de resultar positivos, los restos se trasladarán hacia el país galo para ser enterrados con honores.
Sin embargo, hay algunos registros de ese periodo, como las memorias del emperador, que indican que una de las piernas de Gudin tuvo que ser amputada por encima de la rodilla. Algo que coincide con las piezas encontradas.

La campaña rusa que acabó con Gudin

Es conocida la estima de Napoleón hacia este general y amigo. Se habían conocido en la escuela militar de Brienne cuando eran muy jóvenes. Luego, el destino los volvió a unir otra vez. Gudin participó en las guerras napoleónicas, donde logró destacar en diversas campañas militares, hasta convertirse en su colaborador favorito.
Su valentía en la guerra fue reconocida tras su muerte, cuando el Imperio francés inscribió su nombre en la lista de generales franceses que hay grabadas en el Arco del Triunfo, en París. Además de llorar su muerte, el emperador ordenó recoger su corazón -debido a la imposibilidad de trasladar los cuerpos desde Rusia-, para ser colocado en una capilla del cementerio de Pere Lachaise, en pleno centro parisino.
Este general se distinguió particularmente al comienzo de la campaña rusa en 1812, definida como el mayor desastre militar de Francia. Napoleón condujo a su Grande Armée de 442.000 soldados a Rusia el 24 de junio, pero apenas 10.000 hombres volvieron a cruzar el Niemen a mediados de diciembre. Esto representó unas bajas monumentales de casi el 99% de sus hombres en solo seis meses de campaña. Los cuerpos descompuestos de un millar de soldados que murieron agónicamente en condiciones desesperadas atestiguan el horror de la movilización francesa.
Retirada de las tropas napoleónicas de Moscú
Retirada de las tropas napoleónicas de Moscú
Tras varios meses de lucha y avanzar sobre Moscú, la Grande Armée no tuvo más remedio que iniciar una retirada masiva en la que las enfermedades y el frío terminaron condenando a miles de combatientes, como fue el caso del comandante Gudin.
Fundamental fue su contrubución en las guerras de Europa con Napoleón. Los registros históricos destacan su última batalla, la de Valoutino, el 19 de agosto de 1812. La misma que acabó con su vida de manera angustiosa. Según apuntó Fortian José Fort en su obra «Hisotira Política y Militar de Napoleón Bonaparte» (1840), fue un descomunal combate entre las tropas francesas del Mariscal Ney, con unos 15.000 efectivos, y una potente retaguardia rusa de unos 6.000 hombres comandados por el general Barclay de Tolly.
Gudin se unió al mariscal jefe Ney, cuya división acababa de caer dentro de la columna rusa y estaba a punto de apoderarse de la posición enemiga. Sin embargo, la fortuna no estuvo de su lado. Uno de los primeros disparos le arrancó la pierna izquierda y le causó varias lesiones en la otra.
El manual «Los héroes y las grandezas de la tierra» (1856), relata la fuerza de voluntad del herido general: «Este, cubierto de heridas y teñido de sangre, continuó el combate hasta la noche, y hasta que todo fue arrasado en el sitio que los rusos ocupaban».
Murió días después, el 22 de agosto, a causa de las heridas recibidas, en el cuartel general de Smolkens, donde los investigadores han encontrado sus posibles restos. Los mismos que coinciden con la descripción de Napoleón en sus memorias.

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