Manuel v. Gómez
El número de ocupados sube hasta los 19,8 millones en el segundo trimestre del año.
Unos trabajadores descargando unas vallas en Sevilla. En vídeo, valoraciones de Lola Santillana, secretaria de Empleo y Cualificación profesional de CCOO. PACO PUENTES / EFE
La temida desaceleración ya empieza a notarse en el mercado laboral. Tras un arranque de año mucho más positivo de lo previsto, en el segundo trimestre la euforia se ha enfriado. En primavera se ha creado empleo, pero menos que en los dos años anteriores en esta estación: 333.800 que elevan la cifra total de ocupados hasta los 19,8 millones, según el INE. También en la otra cara del mercado laboral, el paro, se observa una evolución similar. Bajó en 123.600 y la tasa, por su parte, en el 14,02%.
España sigue creando empleo. En el último año, la cifra de ocupados ha subido un 2,4% de acuerdo con la encuesta de población activa del segundo trimestre de 2019. La tendencia al alza se mantiene también cuando se observan los números desestacionalizados, a los que se les elimina los altibajos propios de temporadas turísticas o campañas agrícolas, que ya encadenan casi seis años en números positivos. Pero la fuerza que había mostrado en los trimestres precedentes ha aminorado, como venía anticipando la marcha de la afiliación a la Seguridad Social de los últimos meses.
También se observa un cierto enfriamiento en el otro lado del mercado laboral, el del desempleo. Entre abril y junio había 3,2 millones de personas sin trabajo, tras bajar esta cifra en 123.600. Esta reducción es la menor desde 2012, cuando en plena recesión creció inusualmente el paro en primavera. Incluso las cifras desestacionalizadas mostraron una subida del paro, la primera desde 2013. No obstante, estos datos tienen un matiz muy importante que lo relativiza: la población activa.
En el segundo trimestre el año, las personas que pueden y quieren trabajar aumentaron en 210.200 y elevó la cifra total por encima de los 23 millones. Ese incremento evitó que la caída del paro fuera mayor: al haber más mano de obra disponible en el conjunto del mercado laboral se aminora el impacto de la creación de empleo en la reducción del paro.
El peor comportamiento del empleo en primavera ha llegado tanto por el sector privado como por el público. Los 352.900 puestos de trabajo nuevos en las empresas son 100.000 menos que en el mismo trimestre del año pasado. Y a esto hay que añadir que las Administraciones menguaron su plantilla frente a la ganancia de 2018.
Tirón de los servicios y la industria
La ocupación aumenta este trimestre en el sector servicios (313.200 más) y en la industria (56.000). Por el contrario, baja en agricultura (30.400 menos) y en construcción (5.000). En el último año hay 371.200 ocupados más en servicios, 61.100 en construcción y 41.700 en industria. En agricultura la ocupación desciende en 13.200 en los últimos 12 meses.
Los mayores incrementos de empleo este trimestre se dan en Baleares (62.600 más), Madrid (61.100) y Cataluña (40.200). En el último año la ocupación aumenta en casi todas las comunidades. La Comunidad de Madrid (105.700 más), Andalucía (103.400) y Cataluña (70.700) presentan las mayores subidas.
Esa contratación suele ser eventual y esto se observa con claridad en la tasa de temporalidad durante los meses de primavera y de verano. En el trimestre pasado, ese porcentaje, que mide la ratio entre el número contratados temporalmente y el total de asalariados, se situó en el 26,36%.
Más allá del análisis coyuntural y la desaceleración que se desprende, a más largo plazo y tras casi seis años de recuperación, el balance es positivo. En este tiempo el paro se ha reducido prácticamente a la mitad. Esto se ha trasladado, lógicamente, a datos que durante la crisis han tenido mucho protagonismo por su capacidad de ejemplificar lo que sucedía. Uno de ellos es el de todas las familias con sus miembros en paro. En el segundo trimestre esta cifra cayó por debajo del millón por primera vez desde finales de 2008.
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