El País/AFP
Los vehículos se fabricaban bajo pedido y se promocionaban a través de las redes sociales.
Una de los coches que estaban en proceso de ensamblaje. INSTAGRAM
La policía brasileña destapó el pasado lunes una fábrica clandestina que falsificaba coches de lujo Ferrari y Lamborghini para venderlos a precios muy por debajo del mercado. "Los autos falsificados eran montados bajo pedido y su venta se divulgaba por las redes sociales", ha indicado la policía civil en Itajaí, estado de Santa Catarina, en el sur de Brasil.
Los vehículos tenían una apariencia casi idéntica a los originales, con logos y asientos de cuero incluidos. La gran diferencia se encontraba en el motor, ya que los extraían de otras marcas de coches como Mitsubishi Eclipse, Alfa Romeo y Chevrolet OmegaCada. "Los motores eran mucho menos potentes", ha explicado el detective Angelo Fragelli, al diario británico The Guardian. "Y el acabado final dependía de lo que pudiese pagar el cliente", ha añadido.
El precio de los coches rondaba los 180.000 y los 250.000 reales (entre 43.000 y 59.000 euros), lo que supone un gran descenso de los precios originales que fluctúan entre los 1,5 y 3 millones de reales (350.000-700.000 euros). La fábrica promocionaba su producto en una cuenta de Instagram y a través de un canal de Youtube, que este jueves permanecen activas. La investigación inició cuando las dos marcas italianas alertaron a la policía de Santa Catarina.
En principio, no se llevó a cabo ningún arresto, pero los dos dueños de la fábrica —un hombre de 53 años y su hijo, de 29— serán procesados por delitos contra la propiedad intelectual por el uso de los logos y del diseño industrial. Durante el operativo, la policía decomisó ocho réplicas de coches "semi montados" de las dos marcas y chasis, moldes, herramientas y fibras usadas para la "fabricación clandestina de autos de lujo".
Un portavoz de Lamborghini, le afirmó al diario británico, que no tenía la intención de presentar cargos, pero querían evitar "el uso de derechos ilegal". También les preocupaba el riesgo al que pudieran estar sujetos los clientes por el uso de réplicas "que no cuentan con los aspectos de seguridad".
Según recoge el periódico, en febrero pasado se encontró una instalación similar en Sao Paulo, pero se cree que Autos Fibra es la fábrica de falsificaciones de vehículos más grande de Brasil. "Esta compañía lleva bastante tiempo siendo investigada", afirma Bruno Ariboni Brandi, abogado del bufete Ariboni, Fabbri & Schmidt, que ha trabajado anteriormente en casos similares. "Hemos encontrado información de clientes insatisfechos. Se trata de coches de baja calidad. Aunque usan materiales de buena calidad, el acabado en el interior no es el mismo que el de los originales".
Por el momento el taller se mantiene activo y los dueños niegan cualquier actividad ilegal. "No hemos cerrado. Estamos trabajando con normalidad. Estos coches están siendo fabricados para los clientes y nuestro compromiso es terminarlos", explica la compañía en un vídeo publicado en el canal de Youtube. En el mismo afirman que el taller lleva 25 años en funcionamiento y que producen "coches artesanales" legales bajo la regulación brasileña, y que la investigación llegará a la conclusión de que los vehículos no tenían un diseño industrial "100% iguales" a los originales, por lo que no pueden considerarse réplicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario