Marta R. Domínguez
El estudio antropológico de los 894 restos hallados en la necrópolis de Los Ahijones revela la alta tasa de mortalidad infantil.
Los restos de una madre y su hijo encontrados en la necrópolis de Vicálvaro - ABC
Los huesos y la cerámica encontrada en la necrópolis de Vicálvaro son una ventana al pasado. Tras seis años de estudio, el equipo de arqueólogos Argea ha logrado resolver el enigma de cómo vivían los madrileños entre el siglo V y VIII.
El estudio antropológico indica que un 20 por ciento de la población allí enterrada son niños de entre 4 y 12 años, lo que indica una elevada tasa de mortalidad infantil. También es muy alto el número de mujeres fallecidas entre 20 y 40 años. «Las causas de la alta tasa de mortalidad entre mujeres adultas jóvenes habría que buscarla en los problemas referidos al parto y en las enfermedades e infecciones derivadas de estos embarazos», explica a ABC el arqueólogo Jorge Vega, que dirigió la excavación realizada en Los Ahijones entre 2011 y 2012.
El desarrollo excesivo de determinados músculos y tendones en los cuerpos encontrados señala que acarreaban cargas pesadas relacionadas con los trabajos en el campo. «También se aprecia una elevada presencia de lesiones de columna vertebral, afectando de forma homogénea tanto a hombres como mujeres y está en relación directa con la sobrecarga mecánica de la columna vertebral a la hora de realizar determinadas actividades físicas», añade el experto, que también encontró fracturas en los huesos largos de las extremidades, especialmente en hombres adultos.
Los marcadores nutricionales estudiados muestran, además, una alta incidencia de caries, sarro, desgaste dental -especialmente en molares- e hipoplasia de esmalte que demuestra que padecieron malnutrición en la infancia.
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