jueves, 9 de noviembre de 2017

Desafío independentista. La UE combate la máquina de propaganda del Kremlin

EL PAÍS España
David Alandete

El equipo de especialistas de la Unión Europea que detecta y combate ataques rusos en internet alerta de un aumento en las campañas para agravar la crisis en Cataluña.


La alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad Federica Mogherini durante un encuentro en Washington.  AFP


El equipo de especialistas creado por la Unión Europea en 2015 para detectar y combatir los ataques de Rusia a través de Internet ha encontrado en los pasados meses un gran incremento de campañas destinadas a agravar la crisis en Cataluña. Este departamento, que depende del Alto Comisionado para la Política Exterior Europea y tiene base en Bruselas, admite que a su trabajo diario de desmentido de noticias falsas procedentes de Rusia, tradicionalmente centrado en escenarios como Ucrania o las repúblicas bálticas, se ha unido recientemente Cataluña.
Según analistas de ese equipo, las noticias falsas se han multiplicado en los medios habituales en la órbita del Kremlin, tanto en ruso como en inglés o castellano. Algunos titulares falsos recientes: "El español ya se enseña como idioma extranjero en Cataluña" (publicado en Vesti.ru el 17 de septiembre), "Las islas baleares se suman a la petición de independencia de España" (21 de septiembre en Sputnik), "Altos funcionarios de la UE apoyan que se emplee la violencia en Cataluña" (2 de octubre en la página de Facebook del político moldavo Bogdan Tirdea).
De hecho, las herramientas de este equipo, de nombre East Stratcom Task Force, han cuantificado el aumento de informaciones sobre Cataluña en las redes prorrusas: de cuatro por semana se ha pasado a 241. Los analistas de ese equipo, que ayer recibieron a EL PAÍS pero piden mantener el anonimato por las habituales represalias rusas, explican que todas las informaciones van dedicadas a debilitar a los países miembros de la UE y a apuntar al desmoronamiento del Estado liberal occidental, ofreciendo a Rusia como alternativa.
La primera información dudosa sobre Cataluña de procedencia rusa apareció en el portal de noticias Izvestia.ru en septiembre del año pasado, con el titular "Cataluña reconocerá a una Crimea independiente". La nota empleaba unas declaraciones de José Enrique Folch, un activista sin conexión alguna con el Gobierno catalán, para apuntar a que la independencia catalana beneficiaria a la anexión de la península ucrania de Crimea por parte de Rusia, al darle un reconocimiento internacional del que carece en Europa y el resto de occidente.
El equipo trabaja bajo la supervisión directa de la alta representante para la Política Exterior Europea, Federica Mogherini, y consta de 17 personas, entre las que se encuentran diplomáticos, informáticos y periodistas. Su objetivo expreso, por mandato del Consejo Europeo, es combatir la desinformación que se siembra desde la órbita del Kremlin. Lo hacen con varios servicios, privados y públicos. Entre estos últimos se encuentra el sitio web EUvsDisinfo.eu, que aloja una base de datos con una selección de las mentiras prorrusas más comunes.
East Stratcom maneja cifras que permiten hacerse una idea de la magnitud de la maquinaria de injerencia y desinformación rusa: el Kremlin invierte hasta 1.000 millones de euros anuales en sus medios informativos públicos. Entre estos se encuentran dos que operan en español: RT, que tiene presencia en 100 países, y Sputnik, que publica noticias en 33 idiomas. Además, el gobierno ruso da mayor impacto a sus bulos y noticias falsas con lo que se conoce como 'granjas de trolls', empresas anónimas que utilizan perfiles falsos y automatizados para dominar los algoritmos de las redes sociales y alcanzar el mayor impacto posible.
"Esta es una estrategia no militar cuyos objetivos son políticos", aseguran fuentes de East Stratcom. "El objetivo de esa campaña de desinformación es debilitar y desestabilizar a Occidente, explotando divisiones ya existentes o creando otras nuevas, artificiales".
Aunque en Bruselas hay un reconocimiento casi unánime sobre la necesaria labor de East Stratcom, muchos son los que critican los pocos recursos que la UE le dedica a este equipo. En marzo, 120 políticos, académicos e intelectuales pidieron a Mogherini en una carta abierta que "triplique la capacidad de East Stratcom y que le conceda un presupuesto de millones de euros, para que pueda cumplir su mandato". El Parlamento Europeo ha apoyado esa petición, ante la negativa de los Gobiernos de los 28. De momento, East Stratcom no tiene su propio presupuesto y funciona con fondos del departamento de comunicación de la diplomacia europea.
Al otro lado del Atlántico, el Congreso de EE UU ha comenzado una investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones del año pasado, que ganó Donald Trump. Según un reciente testimonio de los directivos de las principales empresas de Internet, la propaganda rusa se propagó en la campaña electoral norteamericana con un millar de vídeos de YouTube y casi 3.000 cuentas falsas de Twitter. En Facebook alcanzó a 126 millones de usuarios, según estimaciones de la propia compañía. East Stratcom tiene indicios de injerencia también en las elecciones en Alemania y Francia, ambas este año.

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