as. motor
Rafa Payá
La rutina habitual. Primero el guante y la bota del lado derecho, después la del izquierdo. Música de rap en los cascos para aislarse y soportar mejor la espera... y la presión. Es día de carreras, algo habitual para Ana Carrasco, murciana de 21 años.Sin embargo, no es uno más, es el día marcado, el que le puede abrir de par en par las puertas de la historia del motociclismo. Magny-Cours le esperaba para cerrar el círculo, ese que inició en Portimao 2016 y que la convirtió en la primera mujer en ganar una carrera de un Mundial FIM de velocidad. Ahora es el momento del todo o nada para lograr el título de Supersport 300 y demostrar que el trabajo, el esfuerzo, la dedicación, la ambición y el deseo no entiende de sexos.
Ana lleva toda la vida persiguiendo el sueño de triunfar en el motociclismo.Desde que ya montará en moto antes que en bicicleta e incluso casi antes de aprender a hablar. Y está acostumbrada a derribar barreras, más bien muros. Llego a Moto3 y se convirtió en la primera española que puntuaba (la quinta de la historia), firmó un increíble octavo puesto en Valencia... pero el problema económico, ese que tampoco entiende de género y que afecta al talento en los deportes de motor, la sacó de la parrilla.
Sin embargo, en el certamen que acompaña al Mundial de SBK y que se creó la pasada temporada, Ana ha encontrado la rampa de lanzamiento para seguir creciendo. Esta temporada ha hecho un campeonato muy completo con regularidad, algo clave que algunos de sus principales adversarios no han podido mantener. Dos victorias, Italia y Gran Bretaña, como punta de lanza para certificar que si alzaba el trofeo lo haría ganando, no únicamente sumando a base de regularidad.
Tras tres carreras luchando por entrar en el top ten y aguantando el liderato gracias a la renta alcanzada en la primera parte del calendario, Ana llegaba a la cita francesa con cierta obligación de lograr un resultado antes de que el holandés Deroue terminara su caza. Y Ana no falló, cuando todo parecía más inestable salió la guerrera que lleva dentro, pese a que el fin de semana de Magny-Cours ha sido un continuo sufrimiento para la piloto de Cehegín y su equipo. 14ª en los primeros libres, 20ª en el cómputo con los segundos, 21ª en el warm up y 13ª en carrera. Puestos muy alejados de lo ideal cuando se está batallando por un título de campeón del mundo.
Sin embargo, como la propia Ana decía en la previa las carreras y los títulos se deciden al cruzar la línea de meta. Y aunque todo parecía en contra la suerte, la fortuna o la justicia, como cada uno considere, le tendió la mano a Carrasco. Primero Deroue tuvo un problema en el cambo, después ella remontó hasta el 13º y por último, Dani Valle le arrebató la victoria y el título a Mika pérez en la curva final. Carrera emocionante, dramática, estresante, igualada, competida... un final perfecto para el éxito de Ana Carrasco que, ahora sí, ya es historia.
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