José Manuel Nieves
- La estructura, de varios cientos de kilómetros de altura, ha revelado una sorpresa inesperada.
El 15 de septiembre de 2017, hace casi exactamente un año, la sonda Cassini se internó en la atmósfera de Saturno y quedó destruida, poniendo así fin a una exitosa misión que duró casi 15 años. Hoy, los datos de aquella postrera "inmersión" siguen siendo analizados. Y no dejan de deparar sorpresas. Antes de perderse para siempre en la densa atmósfera del planeta, en efecto, la Cassini reveló una sorprendente característica emergiendo directamente del polo norte de Saturno: un vórtice cálido a gran altura y con forma hexagonal, muy parecido al famoso hexágono que puede contemplarse bajo las nubes, muchos km más abajo. ¿Se trata de dos fenómenos independientes o estamos, por el contrario, ante una única e imponente estructura hexagonal de varios cientos de km de altura?
Cuando la misión Cassini (aquí, en imágenes) llegó al sistema de Saturno en 2004, en el hemisferio sur era verano, pero en el norte reinaba el invierno y resultaba imposible de observar. Tuvieron que pasar varios años para que el verano empezara a dejarse notar también en el hemisferio septentrional (el año de Saturno equivale a 30 años terrestres) y las condiciones permitieran actuar a los instrumentos de la nave.
Por eso ha sido precisamente ahora cuando un nuevo estudio acaba de descubrir los primeros signos de un nuevo vórtice polar, también en el norte, que se va formando a gran altura a medida que ese hemisferio se adentra en el verano. Y resulta que ese vórtice cálido, que se encuentra a cientos de km por encima de la cubierta de nubes, en plena estratosfera de Saturno, ha revelado una sorpresa inesperada.
"Los bordes de este vórtice recién descubierto -afirma Leigh Fletcher, de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, y autor principal del estudio- parecen ser hexagonales, y coinciden con el famoso y extraño patrón de nubes, también hexagonales, que se puede observar mucho más profundamente en la atmósfera del planeta".
"Si bien esperábamos ver algún tipo de vórtice en el polo norte de Saturno a medida que se calentaba -prosigue el investigador- su forma es realmente sorprendente. O se ha generado un hexágono de forma espontánea e idéntica a dos altitudes diferentes, una por debajo de las nubes y otra en la estratosfera, o el hexágono es, de hecho, una única y gigantesca estructura elevada que abarca un rango vertical de varios cientos de km".
Ligado a la rotación del planeta
Las diferentes capas nubosas de Saturno albergan la mayor parte de la climatología del planeta, incluido el hexágono polar en el norte, ya conocido desde que fuera visto por primera vez por la sonda Voyager en la pasada década de los 80 y estudiado después durante décadas. Se trata de una onda de larga duración ligada, en principio, a la rotación del planeta, un tipo de fenómeno que también puede verse en la Tierra en estructuras como la corriente en chorro polar.
Pero las propiedades de aquel primer hexágono no pudieron ser observadas con detalle hasta la misión Cassini, que lo estudió en múltiples longitudes de onda, desde el ultravioleta al infrarrojo. Sin embargo, durante los primeros años de la misión, los instrumentos no podían penetrar más en la estratosfera septentrional, debido a que las temperaturas allí reinantes (-158 grados centígrados) superaban en más de 20 grados su capacidad de observación en infrarrojos, lo que dejó relativamente poco exploradas amplias regiones atmosféricas a gran altitud.
Un año saturniano abarca aproximadamente 30 años terrestres, por lo que los inviernos, allí, son muy largos. De hecho, el hemisferio norte de Saturno empezó a dejar atrás los fríos invernales en 2009 y ha seguido calentándose hasta ahora, a medida que ha ido entrando el verano.
De hecho, hasta el año 2014 no fue posible estudiar, por primera vez, la estratosfera septentrional del planeta anillado. Y fue a partir de entonces, a medida que el vórtice polar se iba haciendo cada vez más visible, cuando los investigadores empezaron a notar que sus bordes eran hexagonales, exactamente iguales a los del hexágono conocido, por debajo de las nubes.
Salta a la vista, pues, que los dos polos de Saturno se comportan de un modo muy diferente. En el polo sur, en efecto, los investigadores no encontraron durante el verano austral ni rastro de hexágonos, ni sobre las nubes ni en la estratosfera. Pero en el norte todo parece ser diferente.
"Esto podría significar -explica Fletcher- que existe una asimetría fundamental entre los polos de Saturno que aún no alcanzamos a comprender".
Evanescencia
La presencia de un nuevo hexágono en la estratosfera septentrional de Saturno, a cientos de km por encima de las nubes, ha dejado a los científicos con la boca abierta y en busca de una explicación.
Según los investigadores, una estructura hexagonal única e imponente que se extienda a través de toda la atmósfera sería poco probable, dado que las condiciones del viento cambian considerablemente con la altitud. Sin embargo, al investigar las propiedades atmosféricas en la región norte, Fletcher y sus colegas también determinaron que las "ondas hexagonales" no deberían poder propagarse hacia arriba, sino que deberían quedar atrapadas en las nubes. Algo que, evidentemente, no sucede.
"Una forma en que la informaciónde la onda podría filtrarse hacia arriba -añade Fletcher- podría ser a través de un proceso llamado evanescencia, donde la fuerza de una onda decae con la altura, pero es lo suficientemente fuerte como para persistir hasta la estratosfera. Simplemente, necesitamos saber más. Resulta bastante frustrante que hayamos descubierto este nuevo hexágono estratosférico justo al final de la vida de Cassini".
Los investigadores esperan que la curiosa estructura hexagonal del norte de Saturno siga desarrollándose durante los próximos años, con el verano en su pleno apogeo.
Pinchando en el enlace se accede al reportaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario