Manuel Morales
Un libro recupera un centenar de imágenes inéditas de la obra propagandística de Francisco Martínez Gascón, ‘Kautela’, en la Guerra Civil.
9. Celebración de la victoria franquista en el Paseo de Gràcia, de Barcelona, el 27 de enero de 1939, con jóvenes barcelonesas de la burguesía catalana confraternizando con los soldados. FRANCISCO MARTÍNEZ GASCÓN / ARCHIVO FAMILIAR MARTÍNEZ GASCÓN
Siempre a rebufo de las tropas sublevadas, en la batalla de Belchite, Teruel, la del Ebro; en la entrada triunfante de las huestes franquistas en Barcelona, en el desfile de la Victoria, en Madrid… Francisco Martínez Gascón, Kautela, fue uno de los fotógrafos que dio testimonio de la victoria franquista y del nacimiento del régimen dictatorial tras la Guerra Civil, gracias a su amistad con altos mandos, como el general africanista Juan Yagüe. Martínez Gascón (Zaragoza, 1904-1983) es un reportero casi desconocido fuera de Aragón pero ahora se ha publicado un libro con 97 imágenes, en su mayoría inéditas por ser descartes del propio fotógrafo, que sacan a la luz su trabajo.
Martínez Gascón aprendió el oficio en estudios de su ciudad, pero su verdadera escuela fue el Heraldo de Aragón, el periódico de su vida profesional, en el que empezó a colaborar en 1927, bajo las órdenes del fotógrafo Miguel Marín Chivite. "Su primer hito fueron las fotos de la sublevación de Jaca" (insurrección en 1930 de militares republicanos contra la monarquía de Alfonso XIII), explicó por teléfono el investigador de cine y fotografía Víctor Lahuerta, coautor, junto a Cristina Martínez de Vega, nieta del reportero, de Kautela. Un fotógrafo en la España franquista (1928-1944). Este libro lo ha publicado la Institución Fernando el Católico, organismo de la Diputación de Zaragoza, y en él se cuenta que Martínez Gascón consiguió colarse y retratar el consejo de guerra a los capitanes Galán y García Hernández, que fueron fusilados. Al reportero "le descubrió infiltrado en la sala el mismo Franco".
Con la guerra, el fotógrafo titular del Heraldo, Marín Chivite, se traslada a los puntos calientes pero cae prisionero. Martínez Gascón se multiplica para cubrir el hueco de su jefe, ayudado por los salvoconductos que le otorgan los militares. Desde Zaragoza, recorrerá el frente de Aragón para retratar la entrada de los sublevados en un Teruel con sus edificios destrozados. En sus imágenes se transmite la familiaridad con que se movió entre los mandos, como la serie sobre Franco en la que se le ve protegiéndose del sol en la cara, tomada en Fraga (Huesca), el 31 de marzo de 1938. Martínez Gascón fue autorizado para dar testimonio del organismo que inaugura el Estado franquista, el Consejo Nacional, celebrado en el monasterio de Huelgas, en Burgos, el 2 de diciembre de 1937.
Martín Gascón también acompaña a los legionarios en Esplugues (Barcelona), unas imágenes que no se publicaron entonces quizás por "la crudeza de los personajes retratados", se apunta en el libro. Su nieta subraya que "incluso obtuvo un salvoconducto que le autorizaba a fotografiar lugares bombardeados y a las víctimas, los muertos". Después, sigue la campaña del general Yagüe, uno de los cabecillas de la intentona golpista, que aparece relajado, sin posar, horas antes de la toma de Barcelona.
Imágenes inéditas de Barcelona
Entre las instantáneas no vistas antes destacan las de la misa de campaña en la plaza de Cataluña de Barcelona, el 27 de enero de 1939, por la toma de la ciudad condal. En ellas, el protagonismo es de Yagüe, que luego fue apartado por Franco por sus discrepancias sobre el nuevo régimen, probablemente el motivo de que no se hicieran públicas. Entre los congregados, rostros de inquietud y también de alegría, como las barcelonesas que, brazo en alto, confraternizan con los soldados. La autorización para cubrir este acto la firmó Ramón Serrano Suñer, en ese momento hombre fuerte del régimen y cuñadísimo de Franco.
Martínez Gascón se traslada a la capital, donde documenta los escombros en que ha quedado convertida la zona de Carabanchel. El desfile de la victoria, el 19 de mayo de 1939, con el arco del triunfo con la palabra Franco a tamaño gigante, cierra su trabajo sobre la Guerra Civil. De su forma de trabajar, Lahuerta destaca que "no desperdiciaba película, iba directo a la noticia, sin florituras, pero no es ajeno a las técnicas de vanguardia, con encuadres, picados y contrapicados que realzan el discurso propagandista del bando franquista".
Cuando su jefe, Marín Chivite, regresa al Heraldo, Martínez Gascón queda en segundo plano. Se ocupará de lo que deja fotografiar el régimen: partidos de fútbol, puestas de largo, corridas de toros… Él no era solo un aficionado a la lidia, fue también apoderado de toreros y su buena relación con la figura del momento, Manolete, le da chance para varios reportajes con él.
"Mi abuelo lleva entonces una vida de fotógrafo de provincias, se relaciona con artistas, actores…", añade Cristina Martínez, aunque queda un punto por aclarar. Fue encarcelado y no se sabe el motivo. Ella se inclina por pensar que la cordial relación con Yagüe, que había caído en desgracia por su posición a favor de reinstaurar la monarquía, le hizo sospechoso por un tiempo. Fue tras salir de prisión cuando Martínez Gascón adoptó el seudónimo de Kautela, con el que fue conocido hasta su final, en 1983.
Sin embargo, no fue tras su fallecimiento cuando este material salió a la luz. "Mi abuela [la viuda de Kautela] murió en 2004, entonces vaciamos su piso de Zaragoza y encontramos maletas llenas con fotografías en papel, negativos, documentos, salvoconductos de la guerra… ". Martínez lo analizó, catalogó y de todo aquello surgió su tesis doctoral, Francisco Martínez Gascón. Análisis documental de su producción fotográfica. 1930-1945. Después llegó "la dura labor de restaurar digitalmente las imágenes, limpiarlas, identificar los personajes y lugares", apostilla Lahuerta, diseñador de un volumen "cuyo artífice es Álvaro Capalvo, secretario de la Institución Fernando el Católico", remarca. Tras más de seis meses de trabajo, "ha llegado la hora de saldar la deuda con un gran fotógrafo casi ignorado".
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