Javier Salvatierra
El fondo portugués Green Swan y un grupo de antiguos gestores adquiere la filial ibérica de la cadena de jugueterías.
Una tienda de Toys 'R' Us en Madrid. LUIS SEVILLANO
Toys ‘R’ Us se resiste a morir en España y Portugal. Pese a que la empresa, lastrada por una enorme deuda y desbordada por el comercio electrónico, ha cerrado sus puertas en mercados tan importantes como EE UU y Reino Unido, la filial ibérica de la multinacional juguetera se salva por el momento después de haber encontrado un inversor. El fondo portugués Green Swan SGPS ha adquirido la empresa, que cuenta con 51 tiendas en España y 10 en Portugal, junto con un grupo de los antiguos gestores. La operación, entre la adquisición y la inversión en el negocio, supone un desembolso de unos 80 millones de euros en 4 años, según han precisado a EL PAÍS fuentes de la compañía.
En la nota, informan de que el grupo portugués aportará el 60% del capital y el equipo de antiguos gestores, de los que no se aportan los nombres ni cuántos son, aportará el otro 40%. El nuevo consejero delegado de la empresa será el portugués Paulo Sousa Marques, que sustituirá al hasta ahora director general para Iberia y Francia, Jean Charretteur. Según un comunicado, los nuevos inversores mantendrán la actividad de la empresa en España y Portugal y emprenderán un “ambicioso proyecto de desarrollo” a largo plazo que incluye “novedades para los consumidores”. Aseguran que mantendrán las tiendas existentes, 51 en España y 10 en Portugal, y que abrirán en septiembre una nueva, en el centro comercial Islazul en Madrid. También afirman que mantendrán la plantilla, de 1.300 empleados.
Toys ‘R’ Us Iberia facturó en 2016, últimas cuentas publicadas, 215,8 millones de euros, un 4,8% menos que el año anterior. De esas cifras, 199 millones corresponden a las ventas de Toys ‘R’ Us Iberia, la encargada de vender juguetes, que perdió 2,2 millones en 2016. Los restantes 14,4 corresponden a Toys ‘R’ Us Iberia Real state, la sociedad dependiente a la que alquila los edificios. El grupo ganó 10 millones, básicamente por los 12 que ganó la sociedad inmobiliaria menos los dos que perdió la juguetera. La deuda asciende a más de 61 millones, la mayor parte a proveedores, no financiera.
Toys ‘R’ Us entró en crisis el año pasado, ahogada por el peso de una gran deuda y con las ventas en declive por la competencia de gigantes del comercio electrónico como Amazon, que cada vez se hacen con una porción mayor de la tarta del juguete. Ya en diciembre de 2015 tuvo que abandonar su tienda estrella en la neoyorquina Times Square al no poder hacer frente al alquiler. Hace casi un año, se declaró en bancarrota en EE UU y en marzo anunció a sus empleados que cerraba todas sus tiendas en EE UU y en Reino Unido al no encontrar comprador. La crisis se vio reflejada también en España: la filial anunció en marzo que la sociedad propietaria de las tiendas entraba en concurso de acreedores mientras se buscaba un inversor para todo el negocio.
Green Swan es ese inversor "con recursos y ambición para asegurar la viabilidad de Toys R' US", que, según afirma en la nota Jean Charretteur, se estaba buscando desde marzo. Se trata de una sociedad inversora con sede en Lisboa que en España representa, según la nota, el inversor Paulo Andrez, presidente de la sociedad GP Capital.
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