Javier Alonso (EFE)
Se consturiá de hormigón como el original, que fue derribado el 9 de noviembre de 1989 y dividió en dos la capital germana durante 37 años de Guerra Fría.
Segmento del Muro de Berlín que sigue en pie hoy en día. / ÓSCAR ALONSO
Una réplica del Muro de Berlín rodeará próximamente una porción del centro histórico de la capital alemana para albergar una instalación artística que sus promotores, que la presentaron hoy, tienen previsto abrir el 12 de octubre.
Al interior del muro, que se construirá en hormigón como el original, compuesto por 900 piezas y que rodeará una zona que se prevé abrir como experiencia artística y social durante cuatro semanas, se exhibirán 700 horas de material filmado por el cineasta ruso Ilya Khrzhanovsky.
Serán parte del «experimento social» que los promotores de la instalación, que tiene un coste estimado de 6,6 millones de euros, pretenden ofrecer a los visitantes, quienes podrán acceder a la zona día y noche, en pleno centro de la ciudad junto a la Avenida Unter den Linden, con un «visado».
Esa es la denominación de los billetes de entrada al recinto, explicó Thomas Oberender, director de los Berliner Festspiele (Festivales Berlineses), quien admitió, sin embargo, que todavía no cuentan con los permisos correspondientes para llevar a la práctica un proyecto que, no obstante, dio como seguro.
Oberender dijo que el nuevo muro será «un símbolo» del original y reconoció que es una de las «imágenes más duras que se pueden tener de Berlín».
Insistió en que será un «espacio de experiencias» y destacó la importancia que tendrá para ellas los dispositivos móviles que se entregarán a los visitantes -se esperan entre 1.500 y 3.000 diarios- puesto que cada uno de ellos las configurará al elegir entre diferentes opciones.
Ejercicio histórico-artístico
La base del proyecto, que se denomina «DAU Freiheit» (DAU Libertad) y que tendrá nuevas ediciones en París en noviembre («Hermandad») y en Londres («Igualdad») a principios de 2019, es el trabajo de Khrzhanovsky quien ideó un singular ejercicio histórico-artístico en el este de Ucrania.
Allí, entre 2009 y 2011, se construyó un gran «laboratorio» y «estudio cinematográfico» de 12.000 metros cuadrados dentro de la ciudad de Charkiw, donde 400 personas se prestaron a encerrarse en un ambiente que recreaba antiguas condiciones de vida y trabajo.
Se trataba de emular la actividad del «Instituto para Problemas Físicos de la Academia Soviética de Ciencias», en el que trabajó entre 1938 y 1968 el físico y Premio Nobel Lev Landau y en ese recinto se integraron esos cuatro centenares de personas.
La experiencia que vivieron en una suerte de transposición del televisivo «Gran Hermano», incluidas situaciones de emparejamiento, separación, y hasta concepción de hijos durante esos dos años fue documentada parcialmente con cámaras.
Aunque los organizadores no precisaron mucho cuáles serán los contenidos, indicaron que además de ver las filmaciones obtenidas en Charkiw habrá la posibilidad de participar en discusiones en lo que denominan «una ciudad cerrada dentro de la ciudad».
Habrá intervenciones de la artista serbia Marina Abramovic, se podrá visitar un proyecto del realizador italiano Romeo Castellucci o asistir a un concierto del músico greco-ruso Teodor Currentzis; de la rumoreada participación de el misterioso artista británico Banksy los organizadores no dieron ninguna confirmación.
La gente que trabaje y resida en la zona, dentro de la cual está la Ópera Estatal, podrá acceder sin restricciones -y los organizadores se esforzaron en explicar a la prensa que han tenido mucho cuidado en explicarles que podrán seguir con su vida casi con normalidad- pero que percibirán algunos cambios.
Entre ellos, algunos elementos urbanos se modificarán en el interior del recinto amurallado (farolas o letreros, por ejemplo) pero no con la intención de ofrecer «referencias visuales a la Unión Soviética o a la República Democrática Alemana».
«Lo que se persigue es tener la impresión de que se viaja a un país extranjero», añadieron los organizadores, entre los que tiene un papel preeminente una fundación con sede en Londres financiada por un empresario ruso, Sergey Adoniev.
Susanne Marian, representante de la productora Phenomen Films , indicó que al comienzo del proyecto hubo una participación financiera pública rusa pero que posteriormente la fundación detrás del proyecto prefirió prescindir de ese dinero (500.000 euros que fueron devueltos).
Obra efímera
Como conclusión de la instalación se ha pensado representar una «destrucción ritual» del muro replicado cuando se conmemore el aniversario (el número 29) de la caída del muro original, el 9 de noviembre de 1989.
Se permitirá que la gente «acabe» con la instalación y se pueda llevar, como ocurrió con el muro original, pequeños pedazos de hormigón de esta obra efímera.
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