Celia López
- Cuatro empresas chinas encabezan el ránking mundial y la española ACS se cuela en el sexto puesto.
Las 100 mayores constructoras del mundo facturaron casi 1,1 billones de euros en 2017, lo que supone un aumento del 6% respecto al año anterior. La demanda de infraestructuras de los países emergentes y el crecimiento del PIB mundial son las principales causas que explican el incremento de la factración de estas empresas. Así lo indica el estudio Global Powers of Construction elaborado por la consultora Deloitte, que analiza el estado de la industria de la construcción y examina las estrategias de las principales compañías del sector en todo el mundo. Cuatro empresas chinas encabezan el ránking mundial: China State Construction Engineering, China Railway Group, China Railway Construction y China Communications Constructions. La española ACS queda sexta y se cuela entre las 10 constructoras con más ingresos del mundo.
Túnel Legay Way de Brisbane (Australia), adjudicado a Acciona.
“El crecimiento global del PIB en 2017 generó un alza en la actividad de la construcción que va a continuar en el futuro, especialmente en los países emergentes”, explica Javier Parada, socio líder mundial en Construcción e Infraestructuras de Deloitte. El informe indica que el gasto en infraestructuras va a crecer un 4,1% del PIB mundial en los próximos 18 años. Más del 60% de la inversión en infraestructuras se concentrará en países en vías en desarrollo, mientras que en Estados Unidos y Canadá representará aproximadamente el 20%. “Los mercados emergentes, la urbanización y el crecimiento de la población continúan creando oportunidades para la inversión en infraestructuras, que se espera tenga un crecimiento superior al del PIB global en los próximos años”, afirma Parada.
Las empresas chinas dominan el ránking de las 100 mayores constructoras mundiales elaborado por Deloitte en términos de ingreso y sus resultados representan el 30% de todas las analizadas en el estudio Global Powers of Construction. Por países, las compañías chinas son las que lideran la facturación total con 440.510 millones de euros, seguidas de las japonesas, que obtuvieron 149.968 millones. Las españolas fueron las sextas del mundo con mayor facturación, con un total de 67.154 millones.
El predominio de las compañías del país asiático se debe principalmente al enorme tamaño de su mercado de la construcción, ya que su porcentaje de ventas internaciones es más bajo en comparación con otras empresas punteras. “Las constructoras chinas y asiáticas son muy potentes, pero están concentradas en su mercado local y aún están poco internacionalizadas, aunque cada vez son más competitivas. En Oriente Medio y África son un competidor relevante, pero en Estados Unidos y Europa no tienen mucha presencia”, explica Parada. La internacionalización es más alta entre las empresas europeas, sus ventas exteriores representaron un 55% del total, que las de asiáticas y las estadounidenses, según el informe.
Teniendo en cuenta solo las ventas en el exterior, la española ACS lidera la clasificación. La empresa obtuvo el año pasado 30.471 millones de euros por sus operaciones en el extranjero, que representaron el 87% del total de su actividad total. Dejando a las compañías chinas a un lado, ACS quedaría como la segunda compañías con mayores ingresos, tan solo por detrás de la francesa Vinci, repitiendo la clasificación que obtuvo en el estudio que realizó la consultora en 2016, cuando solo tenía en cuenta a las compañías europeas. Otras seis constructoras españolas aparecen entre las 100 mayores del mundo en el informe. Se trata de Ferrovial (27) con ventas por valor de 12.208 millones de euros el año pasado, Acciona (37) con 7.254 millones de ingresos en 2017, FCC(42) con 5.802 millones en ventas, OHL (62) con 3.216 millones en facturación, Sacyr (66) con 3.093 millones y Grupo San José (97) con 683 millones.
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