Laura Albor/Carlos Manso Chicote
Macron (Presidente de Francia) propone un salario mínimo europeo, una medida que chocaría con las diferentes regulaciones en los países.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, quiere volver a marcar terreno en el debate a nivel continental y ha lanzado un paquete de propuestas para un «renacimiento europeo» con el que impulsar el proyecto de la Unión Europea contrarrestando «el repliegue nacionalista» impulsado por fuerzas populistas y eurófobas en países como Francia o Alemania.
Las propuestas contemplan desde una Agencia Europea para la protección de la Democracia, que evite el pirateo de las elecciones, pasando por una Oficina Europea de Asilo hasta un salario mínimo europeo adaptado a cada país y que se fije colectivamente cada año. Lo que ha denominado el mandatario galo como «escudo social» con el objetivo de que cada europeo tenga «la misma remuneración en el mismo lugar de trabajo» y adaptado a cada país, que se discuta anualmente de forma colectiva.
Pero, ¿en qué situación se encuentra España respecto a sus socios europeos? La última subida del salario mínimo interprofesional (SMI) aprobada a finales del año pasado hasta los 900 euros al mes (164 euros al mes más), y cuyo impacto presupuestario ha estimado en 340 millones de euros durante este año, ha mejorado ligeramente nuestra situación dentro de la Unión Europea.
Según Eurostat, que incluye a Estados Unidos en sus datos, estaríamos dentro del top 10 de los países de la Unión Europea con mayor SMI- en el caso de España son 1050 euros al mes, estima la oficina de estadística europea, ya que le suma las dos pagas extras.
Solo superan así a España otros nueve países: Luxemburgo (2.071, 10 euros mensuales, el mayor SMI de la Unión Europea), Irlanda(1656,20 euros al mes), Holanda (1.615 euros mensuales), Bélgica (1.593,81 euros mensuales), Alemania (1.557 euros), Francia(1.521,22 euros), Reino Unido (1.453,28 euros) y Estados Unidos (1.097,53 euros). Por detrás estarían otras naciones como Portugal (700 euros al mes), Grecia (683,76 euros) o Polonia (523,09 euros).
Si consideramos los últimos cinco años, de recuperación económica tras salir de la recesión a mediados de 2013, en España el salario mínimo creció un 39,47% desde los 752,85 euros al mes hasta los mencionados 1.050 euros. Se convierte en el octavo país en el que más se disparó esta figura, según Eurostat. Destaca por encima de todos Rumanía (con un SMI de apenas 446,02 euros) que ha visto dispararse esta remuneración un 117.21% desde los 205,34 euros de 2014; por un 9,63% de Lituania, un 67,62% de República Checa (518,97 euros al mes) o un 47,73% de Eslovaquia (520 euros mensuales). Por detrás de España, Luxemburgo cuyo SMI apenas creció un 7,81% por un 11,68% de Reino Unido, un 23,71% de Portugal (700 euros) o un 5,25% de Francia. Grecia no vio incrementado en este periodo su salario mínimo.
Una miríada de regulaciones
Sin embargo, la propuesta de Macron para un salario mínimo europeo puede chocar con regulaciones muy diferentes dentro de la misma Unión Europea. Por ejemplo, Holanda como comenta el profesor de Análisis Económico de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) Marcel Jansenn tiene un SMI escalonado por edades. Es decir, por ejemplo a los adolescentes de entre 16 y 18 años les corresponde un tercio de la remuneración que disfrutan los mayores de 23 años, que puede alcanzar los 1.615,80 euros mensuales medido en 12 mensualidades (Eurostat). Como ha recordado este experto en España existía esta distinción por edades hasta 1998.
En cambio en Alemania, que introdujo el Salario Mínimo en 2015 merced al acuerdo de Gran Coalición entre democratacristianos y socialdemócratas se excluyó del mismo a colectivos como los aprendices, los desempleados de larga duración durante seis meses , los menores de edad o los temporeros del campo, entre otros. Ingleses y franceses determinan el SMI a través de una ley, es universal e igual para todos, aunque su determinación depende de un análisis técnico previo de una comisión de expertos. Por ejemplo, en Reino Unido exista la Comisión de Salarios Bajos.
Por su parte, los países nórdicos determinan el SMI a través de los convenios colectivos, que al contrario que España suelen cubrir al 90% de los trabajadores frente. Tal es el caso de Dinamarca o Suecia, mientras que en Finlandia, Islandia o Noruega están ampliando el campo para poder cubrir a los trabajadores que no tienen convenio por medio de acuerdos sectoriales.
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