Enrique Müller
Deutsche Bank y Commerzbank aseguran que no hay garantía de que se vaya a realizar la operación.
Sedes de Deutsche Bank y Commerzbank. ARNE DEDERT (AP)
Los dos principales bancos de Alemania, Deutsche Bank y su rival Commerzbank, han iniciado negociaciones formales para estudiar una posible fusión entre las dos entidades. El anuncio ha sido dado a conocer este domingo a través de breves comunicados publicados por ambos bancos, en los que señalan que no hay garantías de que las negociaciones concluyan finalmente con una fusión. De producirse, esta crearía un nuevo gigante en el sector financiero.
“En vista de las oportunidades que se presentan, el consejo de administración de Deutsche Bank ha decidido examinar las opciones estratégicas. El consejo de administración evaluará estas opciones para determinar si fortalecen el crecimiento y la rentabilidad del banco. No hay garantía de que se vaya a realizar una transacción. En este contexto, confirmamos que se están celebrando conversaciones con el Commerzbank”, señala el comunicado difundido este domingo por Deutsche Bank, el primer banco privado de Alemania.
En términos parecidos se ha expresado Commerzbank, que ha notificado que ambas sociedades "han acordado hoy iniciar conversaciones con un resultado abierto sobre una posible fusión". Según el medio alemán Der Spiegel, los consejos de supervisión de ambos bancos prevén reunirse el próximo jueves para abordar esos planes.
Un coloso bancario
Olaf Scholz y su secretario de Estado, el exjefe de Goldman Sachs para Alemania, Jörg Kukies, habían reiterado en repetidas ocasiones que Alemania necesita bancos fuertes. El Gobierno estaba "abierto a opciones económicamente sensatas”, según el ministerio de Finanzas germano.
Según la agencia alemana DPA, Kukies se reunió casi dos docenas de veces el año pasado con los principales representantes del Deutsche Bank. Según estas informaciones, Scholz y Kukies habrían instado a los jefes de los dos bancos, Christian Sewing (Deutsche Bank) y Martin Zielke (Commerzbank), a considerar la posibilidad de una fusión, idealmente antes de las elecciones europeas de finales de mayo. El propio Scholz confirmó a comienzos de la semana pasada que habían empezado unas negociaciones informales.
Después de tres años consecutivos de pérdidas, Deutsche Bank ganó 267 millones de euros en 2018, pero el banco está todavía muy lejos de alcanzar los beneficios del pasado. Commerzbank, por su parte, ganó el año pasado unas dos veces y media más que Deutsche Bank (865 millones de euros), pero aún no ha alcanzado su objetivo de reestructurar el grupo.
La fusión de los dos bancos convertiría a la nueva empresa en el cuarto prestamista más grande de Europa con un balance de 1,81 billones de euros, según informa Bloomberg. En conjunto, Deutsche Bank y Commerzbank emplean a unas 140.000 personas, más de la mitad de las cuales se encuentran en Alemania.
Los representantes sindicales de ambas entidades bancos avanzaron ya hace días su rechazo a la fusión, pues temen un fuerte recorte en la plantilla, que podría llegar a los 30.000 empleos. Der Spiegel informó a mediados de esta semana de la oposición de los representantes de los trabajadores y del propósito de votar en contra en caso de que el asunto se aborde en la reunión del consejo de supervisión la próxima semana.
El anuncio oficial del inicio de las negociaciones pone fin a un largo periodo de especulaciones y confirma los rumores que circulan desde hace meses sobre una posible fusión y que en los pasados días se intensificaron. Los medios locales también informan de que el mismo Gobierno federal está impulsando las negociaciones y que el ministro de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz, habría estado presionando en esa dirección. El Gobierno tiene una participación del 15% en Commerzbank, que tuvo que ser rescatado en 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers y después de adquirir el Dresdner Bank.
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