E. P.
Publica «Las cien dudas más frecuentes del español», que recoge «doctrinas» de instituciones de la lengua como la RAE
PUEBLA
El Instituto Cervantes, en colaboración con Espasa, publica «Las 100 dudas más frecuentes del español», una guía con recomendaciones sobre el uso del idioma que, entre otras, sugiere usar la escritura de localidades en castellano como «Lérida» en lugar de «Lleida», por una «tradición asentada», o no usar lenguaje inclusivo «de manera repetitiva».
Uno de los apartados del libro se centra en esa escritura de localidades, poniendo como ejemplo a Lérida, si bien también se recogen otras como «Gerona», en lugar de «Girona» , «Orense», en lugar de «Ourense», e «Ibiza», en lugar de «Eivissa». En el texto se justifica esta decisión en que se usa en castellano cuando «el resto de la frase esté en castellano».
No obstante, uno de los autores del libro, Florentino Paredes, al ser preguntado por esta recomendación ha defendido que, en el caso de los topónimos, «si una de las denominaciones ya tiene una tradición asentada es preferible usar esa antes que la denominación del país al que pertenece». En cualquier caso, ha recordado que lo que se plantea en el libro «no son opiniones, sino doctrinas» de distintas instituciones de la lengua, como la RAE o ASALE.
En cuanto al uso de lenguaje inclusivo, el libro apunta a que la duplicidad de género -decir «ciudadanos y ciudadanas», por ejemplo- es «correcto, pero puede resultar inadecuado por redundante». Para Paredes, la lengua es «un instrumento de comunicación en el que debe primar la economía». «Es un error estar permanentemente utilizando dos géneros, aunque la lengua debe de ser inclusiva. Sí se puede utilizar al principio o al final de una intervención, para saber que el masculino es el génerico y vale para los dos géneros, pero no se puede hacer de manera repetitiva», ha aseverado.
El libro aborda otros temas, como dudas sobre la pronunciación -incluyendo la comparación entre «croqueta» o «cocreta»-, dudas ortográficas -las menos, porque, según Paredes, «basta con acudir al diccionario»-, sobre puntuación -por ejemplo, poner una coma antes de «y»- y sobre construcciones de frases -el uso de imperativos como «idos»-.
«Las propuestas no son nunca taxativas, hay casos en los que la norma es más flexible. Además de hablar de lo que es aceptable o no, también nos fijamos en lo que es más preferible o recomendable, todo fundamentado en la norma de las instituciones», ha defendido Paredes. «Las 100 dudas más frecuentes del español» cuenta con una tirada inicial de 5.000 ejemplares y, además del centenar de dudas, cuenta con cerca de 1.600 entradas.
«No se trata de afirmar dónde se habla mejor el español, sino quién lo habla mejor: tan legítimo es el español de Ecuador que el de Valladolid. Los matices enriquecen y hay que recordar que el español mantiene su unidad como lengua al margen de las variedades, algo que otros idiomas no pueden decir», ha concluido el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero.
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