Miguel González
La negociación, iniciada hace tres años, se desbloqueó con la visita a Madrid del príncipe Salmán.
El heredero de Arabia Saudí a su llegada a la Base Aérea de Torrejón, el pasado abril. EFE
Arabia Saudí ha firmado finalmente el contrato de compra de cinco corbetas del astillero público Navantia que el Gobierno español, con implicación directa del Gobierno y la Familia Real, venía persiguiendo desde hace tres años. El príncipe heredero y hombre fuerte del reino, Mohamed Bin Salman ha firmado en las últimas horas el contrato de compra, que asciende a casi 2.000 millones de euros, y “así se ha comunicado verbalmente por canales oficiales”, según han confirmado a EL PAÍS fuentes conocedoras del acuerdo.
El astillero público está a la espera de recibir mañana una copia firmada del contrato, momento en que depositará el aval bancario y empezará a corren los plazos para la construcción de las cinco corbetas, la primera de ellas en cinco meses.
El contrato, que generará unos 2.000 empleos durante cinco años, no solo incluye la construcción de las cinco corbetas, basadas en el modelo Avante 2200 vendido en su día a Venezuela, sino también la remodelación del puerto de Yedá, que le servirá de base, y la instrucción de las tripulaciones, unos 600 marineros saudíes que se formarán en España.La venta a Arabia Saudí es la mayor exportación de la historia de Navantia y llega pocos días después de que perdiera frente a la británica BAE Systems el contrato de construcción de nueve fragatas para Australia, por un importe de 22.200 millones, en una decisión en la que pesaron factores políticos más que incluirá ltécnicos.
La adjudicataria del contrato es una empresa conjunta formada por Navantia y la sociedad SAMI (Industrias Militares de Arabia Saudí). Las corbetas se construirán en España, pero las dos últimas se entregarán ya en Arabia Saudí, donde se les instalarán los sistemas de combate.
Tanto el rey Felipe VI como su padre, Juan Carlos I, se implicaron personalmente en la operación y viajaron a Riad con el objetivo de impulsarla, pero las negociaciones se prolongaban sin resultado y el panorama solo se despejó cuando el propio príncipe Bin Salman visitó España en abril pasado.
La operación está rodeada de polémica, pues las ONG que impulsan la campaña Armas Bajo Control (Amnistía Internacional, FundiPau, Greenpeace y Oxfam Intermion) han pedido al Gobierno que la vete debido a la guerra de Yemen, donde Arabia Saudí encabeza desde 2015 una coalición que ha sido acusada de crímenes de guerra y ha agravado la catástrofe humanitaria.
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