A. Rojo
Presidente del Instituto Choiseul
El empresario Eduardo Olier presenta hoy en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional de Madrid su último libro, un lúcido y pormenorizado análisis de la motivación económica que subyace tras los conflictos bélicos que asolan actualmente el planeta.
Su libro tiene un título bastante impactante: «Guerra económica global».
Lo primero que hay que entender es que el libro es un ensayo en el que se mira el fenómeno de la guerra desde la economía. Y desde este punto de vista lo que se deduce es que todas las guerras tienen un trasfondo económico. Se ve con toda claridad que en el 90% de los casos existe este tipo de causa, solo en el caso de guerras civiles del pasado o actualmente en África este componente no es fundamental. Y si las guerras son mundiales lo que hay es una lucha por el poder económico global. Los más de 100 conflictos que existen en todo el mundo entre 2017 y 2018 se dan principalmente en países subdesarrollados o no desarrollados. En el resto lo que se da es esta confrontación económica global. Una lucha por el control económico mundial que se concreta de manera muy particular entre China y Estados Unidos.
¿Cuál será el desarrollo en el futuro de esa guerra global económica que describe entre Estados Unidos y China?
Estamos acostumbrados a ver el mapa del mundo con Europa en el centro, pero en realidad el mundo no es así. El centro de los mapas debería estar en el Pacífico con China a la izquierda y Estados Unidos a la derecha. China tiene una estrategia distinta a la de Estados Unidos. Quieren dominar el mundo desde el punta de vista económico. Piensan a largo plazo, no están sometidos a lo que va a pasar dentro de cuatro años. Ellos trabajan con la mirada puesta en 2049, el centenario de la aparición de Mao. Alrededor de 2022 la economía China será mayor que la de Estados Unidos. En 2040, China será una potencia militar del calibre de Estados Unidos. Parece claro que con este panorama el centro de la confrontación se va a dar entre estas dos potencias. EE UU, y por tanto Europa, se ha equivocado en enfrentarse de manera tan patente con Rusia. Yo creo que es un error sobre todo desde el punto de vista europeo. Rusia se está acercando cada vez más a China. Europa, por no estar cohesionada, es un jugador de tercer orden, sobre todo tras el Brexit. Las decisiones de Trump en su guerra comercial con China son muy inteligentes desde su punto de vista electoral y muy negativas desde el punto de vista de su economía a largo plazo.
¿Cómo podría revertirse el error al que ha hecho referencia sobre enemistarse con Rusia?
Es un error político típicamente europeo. Consiste en hacer seguidismo de la política estadounidense sin tener en cuenta los perjuicios para Europa. En una confrontación con Rusia quien más tiene que perder es Europa. Todos los países del Este (y también Alemania) reciben su gas de Rusia. Entiendo que la anexión de Crimea fue ilegal, pero también hay que entender lo que sucedió en la OTAN. Es cuando la OTAN entra en Ucrania cuando se produce la reacción rusa. Ha faltado la diplomacia. Europa en el contexto de la geopolítica global no es nadie en este momento. Y no hay que olvidar la guerra comercial de Trump contra la UE, de la que se habla poco. Todo el ataque a la industria automovilística alemana ha venido de Estados Unidos.
En las páginas de su libro se especula con una posible crisis económica global para el año 2020...
Hay un economista ruso llamado Kondratiev que estudió los ciclos económicos capitalistas. Siendo muy joven le hicieron director del Instituto de Coyuntura de la Unión Soviética durante el estalinismo. Descubrió dos ciclos largos de 50 o 60 años que están supeditados a los descubrimientos tecnológicos. Yo hago una especulación viendo los fenómenos tecnológicos que han tenido lugar después de estos ciclos. Lo que sale haciendo ese análisis teórico es que, alrededor de 2020 o 2022, cambia la curva. Luego, alrededor de 2040, la curva vuelve a subir debido a lo que se denomina la singularidad tecnológica: la concentración de las nanotecnologías, las biotecnologías, internet y las tecnologías del conocimiento. En cualquier caso, nosotros vamos a tener una crisis económica –más acelerada debido a las decisiones de este Gobierno– en dos o tres años.
¿En qué parámetros se mueven las conclusiones a las que ha llegado en el análisis de este conflicto global?
Debido a que vivimos de lleno el fenómeno de la globalización se ha producido una confrontación económica de aspecto global en la que, por debajo, hay conflictos militares concretos. Existe además una circunstancia curiosa, algo que no sucedió ni en la Primera ni en la Segunda Guerra Mundial, y es que la economía para la Defensa constituye un pilar fundamental para la economía de los países desarrollados.
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