Manuel V. Gómez
España recupera el nivel de los 19 millones de personas con trabajo, según la EPA del verano, algo que no sucedía desde el verano de 2009.
Han hecho falta cuatro años de recuperación laboral para que España vuelta a tener 19 millones de empleos, una cota que perdió en el verano de 2009. En el tercer trimestre de este año se han creado 235.900 puestos de trabajo que han elevado el volumen total, en concreto, hasta los 19,049 millones, según la encuesta de población activa. El paro ha bajado a 3,7 millones de desempleados. La tasa de desempleo, hasta el 16,3%. Aunque todavía está por encima de la media europea, son diez puntos por debajo del máximo histórico del invierno de 2013.
Para hacerse una idea de la profundidad en España de la crisis que comenzó hace ya 10 años, basta con ver que se han creado más de dos millones de puestos de trabajo desde que se tocó fondo, y todavía faltan otros tantos para regresar al nivel de 2007. Ese momento podría llegar —si la crisis catalana no da al traste con la recuperación— en 2021, siempre que se mantenga este ritmo de creación de empleo. Solo en los últimos meses, el empleo ha crecido un 2,82%, según la EPA divulgada por el INE.
También se aprecia una evolución muy parecida de la ocupación y el desempleo cuando las cifras se desestacionalizan. Es decir: al eliminar de los datos brutos los altibajos que provocan en la estadística elementos como la temporada turística, los puentes o las campañas agrícolas.
El aumento de la ocupación incluso se ha acelerado en los últimos trimestres. Tras superar el 3% anual a comienzos de 2016, se había frenado. Ahora, en el renovado impulso (2,82%) ha tenido un papel importante el empleo público: cuatro de cada uno de los 235.900 puestos de trabajo creados entre julio y septiembre corresponden a contrataciones de la Administración. Muchos más que hace justo un año, cuando los empleos públicos suponían uno de cada 25 nuevas ocupaciones.
Este comportamiento fue subrayado por el Banco de España: “Cabe destacar el comportamiento de la Administración pública, que repunta más de tres puntos porcentuales, hasta el 3,6%, dejando atrás las caídas que se venían observando desde finales de 2015”.
El supervisor también apunta que ha habido “una mejoría en la evolución del empleo indefinido”. A pesar de esto, la tasa de temporalidad sigue creciendo y ya se sitúa en el 27,4%. Esta tasa sería, con los datos conocidos hasta el momento, la más alta de la Unión Europea. No obstante, las cifras de Eurostat todavía se corresponden con el segundo trimestre del año. Por tanto, todavía faltaría por conocer el comportamiento de Polonia durante el verano para saber si España vuelve a ser el país con más empleo temporal, un puesto que perdió por la gran destrucción de este tipo de empleo durante la crisis.
Alta temporalidad
La tasa de temporalidad, probablemente, bajará en los dos próximos trimestres. El tirón en verano de la contratación en sectores estacionales (hostelería, sobre todo) provoca su máximo anual en esta época. Esto se confirma al observar el aumento del empleo en los servicios durante en el tercer trimestre (236.400 más).
Lo que sí que se ha confirmado durante el último trimestre es la pérdida de vigor del empleo a tiempo parcial. Esta variante de trabajo, en forma de subempleo, fue el único refugio que resistió durante la crisis y elevó su tasa de representación en el conjunto del mercado laboral al 16,3%. Ahora ha bajado hasta el 14,3%.
A pesar de esto, lo que sí se observa al analizar el número total de horas trabajadas a la semana por todos los ocupados, es que el crecimiento del empleo medido con esta variable es menor que si se toman los puestos de trabajos. Mientras estos últimos suben al ya citado 2,8% respecto al año anterior, el volumen agregado de horas aumenta al 1,8%.
También supone un aspecto negativo en el aluvión de datos conocidos el comportamiento de la población activa. Creció algo respecto al trimestre anterior, pero si se compara con los guarismos del año precedente por estas fechas el número de personas en edad y disposición de trabajar sigue menguando. Concretamente hay 67.400 menos que en el verano de 2016, hasta los 22.780,9 millones.
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