Javier González Navarro
Nuestro país importó en total 67,57 millones de toneladas, un nuevo récord histórico, favorecido por la caída de precios.
Las importaciones de crudo a España durante el año pasado sumaron 67,586 millones de toneladas, lo que supone un incremento del 2,5% respecto a 2017 y un nuevo récord histórico, según los datos de Cores.
La cotización del petróleo bajó un 20% en 2018. El tipo Brent comenzó el año en 67 dólares el barril, alcanzó un máximo de 86 dólares en octubre y acabó en 53 dólares.
Uno de los datos más llamativos es la fuerte caída de las importaciones procedentes de Venezuela, un 40% menos, y que alcanzaron tan solo las 629.000 toneladas, menos del 1% del total. Esa cantidad es la más baja desde 2011 y queda muy lejos de los 3,191 millones de toneladas de 2015.
En diciembre, según los últimos datos de Cores, se importaron 29 tipos de crudos procedentes de 15 países. Nigeria, con las importaciones más elevadas desde enero de 2016, se mantiene como principal proveedor de crudo a España en 2018 con 10,264 millones de toneladas (+8,3% respecto a 2017).
Le siguen México (9,381 millones), Arabia Saudí (7,492 millones) y Libia (7,112 millones).
Las compras de crudo a los países miembros de la OPEP (39,757 millones de toneladas) alcanzan el 58,8% del total y aumentan un 13,2% respecto a 2017. Por ejemplo, de Irán procede el 7,2% del crudo que llegó a España y de Irak el 6,9%.
El temor a posibles represalias de Estados Unidos ha obligado a las compañías españolas Repsol y Cepsa a dejar de comprar petróleo a Irán desde finales de octubre, por lo que no ha llegado ningún cargamento a la península en los dos últimos meses del año. Hasta octubre sumaron 4,894 millones de toneladas, un 11,7% más que en todo 2017.
África, con el 34,7% del total, continúa como primera zona de abastecimiento, con un incremento del 9,1%, hasta los 23,456 millones de toneladas. A continuación está Oriente Medio, con 17,064 millones de toneladas, el 25,2% del total.
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